25 diciembre 2012
Vivir en un barrio nuevo tiene una gran ventaja, si, en ellos no hay fiestones de Nochebuena pues ahí no viven los padres de casi nadie. Todos los hijos se van a los barrios viejos y vuelven a los barrios nuevos a eso de las tres, las cuatro o las cinco de la mañana dependiendo ello de la lejanía y estado de salud del conductor. Si vives en uno nuevo y no celebras la Nochebuena a eso de las cuatro te enteras que se ha terminado la Nochebuena. Puertas y tacones te lo advierten. Mas tarde, a eso de las ocho, la luz empieza a dar vida a la sala de dormir. Ya es Navidad y … ay, cuantos recuerdos.
FELIZ NAVIDAD
VAYA, VAYA. PETONS
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