Uno de los ídolos de Arturo es Sergio Ramos
11 diciembre 2012
Con la amargura del que tuvo y no pudo o no supo, retener, mi amigo Arturo, mostrándome la portada del Marca de hoy, me recordaba, con ese tono ácido que el fracaso adorna los mensajes de quien lo sufre:
Con la amargura del que tuvo y no pudo o no supo, retener, mi amigo Arturo, mostrándome la portada del Marca de hoy, me recordaba, con ese tono ácido que el fracaso adorna los mensajes de quien lo sufre:
"Yo dejé de creer, Enrique, hace ya demasiados años en los que enarbolan la bandera de la verdad. No existen líderes vivos, sólo lo son cuando los mitificamos una vez muertos. Nunca han existido, sólo existen en esa mentira que es la historia de los hombres y en nuestras ansias por creer en algo".
Tal profundidad carajilliana es sólo posible en boca de quien lo sufre y hablo, seguramente, del fracaso personal de quien nunca ha sabido profundizar, ni sumergirse, en el mundo de las utopías.
Yo, creo y creeré, en todo, amigo Arturo. Ya sabes: La fe mueve montañas ...
Yo, creo y creeré, en todo, amigo Arturo. Ya sabes: La fe mueve montañas ...
Que sabio eres.......hoy más que nunca es necesaria la fe.
ResponderEliminarSi, si, fe que no falte, amigo Antonio.
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