Carpe diem: “¿Y eso qué é lo que é?”

09 febrero 2013    3 febrero 2009

CARPE DIEM:

Cuando hablo de ensalzar a gente emprendedora que, de una u otra manera, forman parte de mi entorno, noto que un sabor agradable  a cosa bien hecha resurge en las entrañas de mi memoria sin que por ello tenga que pedir , ni permiso a nadie, ni exagerar mas de la cuenta tal actitud, pues en el resultado, seguramente, estará el premio a esa actitud.

El pasado fin de semana, reflexionando con mi querida Maribel sobre la actitud de determinadas personas que, convertidas en iconos mediáticos y por tanto en ejemplos a seguir, desarrollan una vida sin mucho contenido racional, ni emotivo modal, y que no saben lo que es el valor de las cosas porque nunca se les ha obligado a ganárselo, concluíamos que su actitud “Carpe Diem” en nada se parece al verdadero significado de la expresión que un mal interpretado esnobismo parece, a veces, querer dar.

El “Apodérate del día, nunca confíes en lo posterior”, querrá decir que “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, contra el “gasta irreflexivamente, hoy, todo lo que pueda y mañana ya veremos”, o el “disfruta hoy al máximo aunque mañana no puedas pagarlo”, que nada tienen que ver con el verdadero significado de la expresión calificativa; “Aprovecha la oportunidad y no esperes a mañana, porque puede ocurrir que mañana la oportunidad ya no exista”.

Por tanto, el Carpe Diem se aplica a gestos profesionales y de carácter altruista, en general, pero nunca ante el poco reverente, pero entrañablemente gráfico, que se utiliza en el día a día del léxico valenciano y que a veces me recuerda mi amigo argy:  “Folleu, folleu que el mon s´acaba”

Yo,  por si acaso el mundo parase esta tarde, voy a ser un empedernido seguidor del grito que debiera ponerse de moda cuanto antes y, especialmente, entre los más jóvenes: “Carpe Diem”

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