10 mayo 2013
En el obligado paseo matinal de hoy he rendido visita y culto a un viejo amigo. Está junto al quiosco de prensa de la Calle Santander en el barrio de La Playa de san Juan-Alicante. Viejo, algo torcido, grande pero hermoso. Allí está, se llama Cohonesto.
En su día estuvo condenado a muerte. Una mortífera alineación municipal de fachada lo iba a atravesar, pero unos valientes propietarios se unieron para hacer lo imposible para salvarlo y lo consiguieron.
Años y años visitándolo, pasando junto a él, y hasta tocándolo. Su subsistencia, una razón de vida y un ejemplo a seguir para Maribel y para mi. Es solo un árbol, un árbol, pero a nosotros nos llena de vida verlo.
Cuando mis nietos tengan capacidad de comprensión suficiente para entenderlo, seguro que los llevaré a verlo.
Mi amigo el árbol con su protector metálico que sirve para el desvío del vallado
Me parece que muchos tenemos debilidad por "seres" que nos han acompañado diariamente con su "sombra".
ResponderEliminarPoesía hasta en tus comentarios, María Luisa. Si, mi Cohonesto es todo un ejemplo y mi "savio" favorito
EliminarSabes que conozco a tu amigo desde aquellos lejanos años ochenta. A mi igualmente, me cae muy bien.......
ResponderEliminarya me lo habías contado alguna vez, Antonio y Cohonesto me lo confirmó. Te recuerda mucho, a ti y a muchos que como tú y como yo, nos sorprende que le dejaran vivir.
EliminarYa se que te lo habia contando, pero me encanta recordar aquellos primeros años ´80 cuando yo frecuentaba esa Iglesia a la que tu sueles asístir.
ResponderEliminarUn barrio excepcional, amigo Argy.
Eliminar