14 junio 2013
Acabo de colgar en el Blog que manejo en Tumblr una de esas canciones que me pirran y lo que mas me estremece es que no lo he hecho por nada, aunque si por alguien. Termina con un desgarrador … “eso que llaman, amor para vivir”, con el que nunca he sabido enfrentarme sin secuelas, ni dobleces. Fuera de eso, que no es nada baladí, el amor de los vivos, de los de siempre y una primera salida ociosa, tras tres semanas de vulgaridad febril o parecido, me han devuelto a la vida y me han enseñado el camino del olvido, a la vez y en el mismo lugar.
Desde un “holaquetal, como estás”, al que, sin esperar respuesta, te dicen: “me alegro mucho de que estés bien”, queda, en ese lapso milesimésico, un flash sobre la vulgaridad de algunas relaciones que, sin que pueda evitarlo, acaban atormentándome por la ausencia de bidireccionalidad de nosecuantas conversaciones intrascendentes y en las que todo el mundo se empeña en afrontar como si se tratara de ganar la misma final de la NBA o sea, veamos quien hablas más, mas seguido y mas fuerte. Ya se que será hacerme pesado, o no, no lo sé, pero que pocas ganas de conversar quedan cuando a alguien al que le puedas contestar con un “en tres semanas me muero” te diga que; “Ok, me alegro, un día nos llamamos y comemos”.
Desde un “holaquetal, como estás”, al que, sin esperar respuesta, te dicen: “me alegro mucho de que estés bien”, queda, en ese lapso milesimésico, un flash sobre la vulgaridad de algunas relaciones que, sin que pueda evitarlo, acaban atormentándome por la ausencia de bidireccionalidad de nosecuantas conversaciones intrascendentes y en las que todo el mundo se empeña en afrontar como si se tratara de ganar la misma final de la NBA o sea, veamos quien hablas más, mas seguido y mas fuerte. Ya se que será hacerme pesado, o no, no lo sé, pero que pocas ganas de conversar quedan cuando a alguien al que le puedas contestar con un “en tres semanas me muero” te diga que; “Ok, me alegro, un día nos llamamos y comemos”.
Quizás lo que ocurra es que, a lo mejor, debiera contestarle por guasap, de ese modo igual contesta con mayor lucidez y menos indiferencia.
Menos mal que luego, frente al mantel, me encuentro con mis amigos de siempre y … si, eso es otra cosa, el abrazo se hace largo pero corto, como el amor para vivir del Milanés. Gracias Ramón, gracias Benito y, ah, gracias Pepito Ros.
Si has vuelto a hacer el recorrido del vídeo y has vuelto a pasar por el tanatorio, no me extraña que tuvieras apetito.
ResponderEliminarApetito, quizás no, la otitis y el catarro perduran en mi, pero volver a encontrarme con ellos ha sido como lo fue el maná para aquellos de otrora, María Luisa.
EliminarFeliz sábado.
Profunda y a a par cotidiana reflexión que muchos nos hacemos a menudo. ¡Gracias!
ResponderEliminarMuy cordialmente
Asun
Un honor verte por aquí, Asun.
EliminarHola Enrique: Decía mi abuelo que "amigos tendrás, que con los dedos de una mano contarás" los demás serán compañeros, conocidos etc. etc.
ResponderEliminarCreo que siempre tendremos la sensación de haber podido hacer mas o quizás haber hecho algo distinto, pero la vida es elegir entre distintas posibilidades y nunca sabremos si ha sido la mejor opción.
Un abrazo amigo.
Así es Teo, así es. Un honor verte por aquí.
Eliminar