30 junio 2013
En la despedida de mi charla de anteayer, ya eran algo mas de las doce de la noche, sentí cierta sensación de frenesí incalmado. Por una parte estaba como si hubiera conseguido un aparcamiento en Alfonso en Sabio a las once de la mañana, y por otra sentía la rabia del que no puede ayudar al que lo necesita cuando intenta escapar de una discoteca en llamas.
No, no, no estoy exagerando, mientras siento vergüenza ajena al leer que el PIB tiene, ya, un color negro mas allá del 25%, otros suspiran por mejorar su piel formativa …………………..
Mientras, uno de ellos aporta un documento antiguo pero válido y nos dice: Resultaba y resulta, vergonzoso leer…….
“El colectivo de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) vienen insistiendo en la necesidad de abordar la economía sumergida y el fraude fiscal, lo que permitiría a la Seguridad Social remontar su actual situación de reajuste. La bolsa de economía «en negro» en la media española, tanto por fraude fiscal como a la Seguridad Social, superaría el 23% del Producto Interior Bruto. Se trata de una tasa que los técnicos colocan incluso más arriba en el caso de determinadas provincias como Alicante.”
Insolidaridad, grosería empresarial, descontrol administrativo, ineficacia del poder, etc. Todo eso podría añadirse a cualquier concepto que tratara sobre el asunto sin que a nadie parezca importarle. Mucho mas en Murcia, donde al igual que en Alicante, el que no roba al Estado, no es nadie, o es tonto del culo. Es esa extraña costumbre que todos aplauden y nadie denuncia sin darse cuenta del mal que hacen a todos aquellos que impasiblemente siguen pagando y pagando impuestos sin que nadie se lo agradezca, es decir, lo hacen como verdaderos gilipollas del asunto fiscal.
¿Cuando se dará cuenta la Sociedad que el enemigo fiscal lo tiene tan cerca que hasta le hace daño, mas daño que el que pueda hacerte esa ineficaz e inútil gestión fiscal recaudatoria de la Agencia Tributaria y sus todavía mas injustos focos autonómicos?
Hay que prepararse para que el futuro no nos pille desprevenidos, me decían algunos de los asistentes. Otros me miraban con cara como al que ve a un loco, o al Cálicula Romano, cuando les hablaba, entre otras mil experiencias, de la emoción que se sufre el día de la inauguración de la oficina de ventas de cualquier promoción inmobiliaria en la que hayas gerenciado cada detalle de la misma.
Esas y muchas cosas mas, hacen que a veces te olvides del asqueroso color negro que siempre ha inundado el sector inmobiliario de nuestros amores, pero no conseguir impedir que te olvides de seguir empujando hacia las tolvas de la profesionalidad al saber que hay profesionales que están dispuestos a cambiar la faz y las formas del mismo en cuanto les dejen. Para eso se preparan algunos aunque sería deseable que todo ese entusiasmo renovador dejase de producirse, tan solo, en tiempos de crisis. Como decía mi Santa Madre: “Solo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena”.
Psssss …….: Si ya sé que eso no pasa solo en el mundo del ladrillo, cariño, pero es que ese es el que conozco y por el que casi muero. “Así sea cielo”.
El fraude fiscal se tolera en España y sin la economía sumergida no se entiende el país. Tanto golpe... de pecho ¿para qué?
ResponderEliminarPara nada, María Luisa. ......... perdona, pero, sin saber por qué, me han venido a la punta de los dedos estos versos:
EliminarHoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha.
Juntos los encuentra el sol
a la sombra de un farol
empapados en alcohol
magreando a una muchacha.
Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.
Se despertó el bien y el mal
la zorra pobre al portal
la zorra rica al rosal
y el avaro a las divisas.
Se acabó,
que el sol nos dice que llegó el final.
Por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.