Una tarde de dolor y no por nadie, lo es, simplemente, porque lo es y así, con ello, se nos ilumina esa deseada alma inmortal que todos llevamos dentro en esos momentos o todo lo contrario, si, es cuestión de intensidad, (la de l dolor). Hay días mejores y peores, ya lo sé, pero hace ya mucho tiempo uno de esos abuelos del alma me dijo algo que nunca olvidaré: “Enrique, cuando sientas mal o te sientas con dolor, apóyate en la música, tu música”. Y eso es lo que he hecho. Oyendo esa enorme composición, que pertenece a la banda original de esa extraordinaria película, “La Lista de Schindler”, siempre me devuelve algo y nunca nada malo. Probadlo, cerrad la puerta de la habitación o del despacho, apoyad la cabeza en el respaldo del sillón y cerrad los ojos. Dejaros llevar …
.
.
a veces se me olvida , pero es algo que ya hacia, retomare siguiendo tu consejo, la morfina que es la musica. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, David. Un abrazo
EliminarMuy buena entrada! Y es tan cierto como el sol...La musica ( tu musica ) remedio infalible. Buen dia.
ResponderEliminarBuenas tardes, aquí, en el mediterráneo, Idolidia. Me inspiro en la tuya, a veces, amiga-e. Un placer verte por aquí.
Eliminar