11 octubre 2013
Tomarte un café con un chaval de la Huerta que te pasa un mensaje en forma de guasap, ácido como la madre que lo parió y con un sentimiento de infelicidad irrecuperable gracias a los PPeros de hoy y la circunstancia vital de la neo sociedad socio-política-económica, también de hoy, en la que solo se admiten criterios espartanos de los que ostentan el poder hacia los administrados, es decir: Sobrevive como puedas y en eso está tu valía, para los que lo sufren, entonces, no hay alternativa racional, ni social, alguna, sí, … “Mira, Enrique, o me emporro con lo que encuentre durante todos los fines de semana o empiezo a pegar tiros a quien piense yo que me impide ser persona. Ellos viven de pura madre y yo aquí, jodido y expectante ¿Qué hacer?”
Pues este chico no sé si hace lo mejor para sí mismo, la adicción a los porros (o a lo que sea, hasta al gelocatil) es muy mala, tener que depender de algo para seguir adelante es esclavizante.
ResponderEliminarLo cierto, Paco Paco, es que parece que se refugian en esa actitud derrotista que tanto les conviene a algunos, pero también es cierto que no saben muy bien que es lo que está bien y lo que no. Nadie se lo ha explicado, ni siquiera en casa.
EliminarCuando la valía al menos se valora... pues, bueno, pues vale... Pero, Enrique, lo que sucede en este trago que pasamos y que no podremos deglutir, es que la val´ñia sirve para ponerla en el rollo de papel de cierta habitación de la casa. Es cierto que, como dice este chico, el Principio de Peter se ha extendido como una irritante mancha de aceite sobre el agua de nuestras costillas.
ResponderEliminarUn abrazo, querido amigo.
iiritante y hasta estúpido, amigo Antonio, pero no veo que pongamos soluciones a estos graves problemas. No sé si dentro de 35 años cuando nos juntemos a tomar café esto nos parecerá una broma, pero, no sé, a lo peor NO.
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