Un lugar imposible
18 febrero 2014
Nada tan necesario, tan deseado y ... tan olvidado como ella. Placer espontáneo, esperpéntico pragmatismo, absurdo eclecticismo y unas gotas de la inevitable estupidez, la hacen imposible. Sustituir lo inmediato por lo profundo, un error clamoroso, como muestra el silencio en las noches de amor sin sentimiento. Ay, felicidad ... ¿donde andas que tan pocos te ven?
Enviado de Samsung Mobile Note III
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Enrique, esta mañana nos hemos levantado ambos con la mente en la vida. Creo que seríamos capaces de poner un cajón, subirnos encima y soltar una soflama en la que alguna frase dijese: "... pero, ¿no os dais cuenta? La felicidad se compone de estas y otras pequeñas cosas que..."
ResponderEliminarUn abrazo, querido amigo.
Es como si hubieras leído en mi alma, amigo Campillo. Un abrazo muy fuerte y, ah, lo del cajón ya me cuesta, cojo el ascensor, me subo al ático y desde la terraza chillo todo lo que puedo, como me hacían hacer en esos cursos en el Palmar sobre "liderazgo" y "como Hablar bien en público" a los que nos sometían, en los 90, a los jefecitos en las empresas. Ay, amigo, ay. Ahora llevo dos juanolas y ... mañana sigo.
EliminarTranquilo, anda cerca, lo que ocurre es que hoy está nublado...............espera un poco y verás!
ResponderEliminarJa,ja, amigo argy. Lo sé, cuesta aprenderlo, yo casi me lo pierdo.
EliminarEl verdadero problema de la felicidad es que nos es dada (o la tomamos) en pequeñas dosis, a ratitos, nunca es por un periodo largo, continuo, como nos gustaría.
ResponderEliminarEso es Paco Paco, pero, a veces, creo que vive en nosotros, solo tenemos que despertarla. Hay, también, quien cree que se basa en la libertad, en el amor libre, en la infidelidad, en el amor conyugal, en la familia, en un buen arroçet, ... hay tantas formas de ser feliz que me parece estúpido no serlo, amigo Alacantí.
EliminarUn abrazo-e muy fuerte