26 marzo 2014
Bajaba por la cuesta del Holiday Inn, camino de la Parroquia y me encuentro con un cura que me pregunta … ¿Hola, te conozco? – No creo, yo vivo en otro mundo – Ah, entonces no eres de Valencia? – Claro, es entendible, yo nací en la Xoneta – ¿Puedes darme la mano? – Mejor será que sigamos como estábamos – Puede que algún día tengas que mover el culo y mostrarte como eres – Nada mejor que un mundo sin divinismos - ¿Te arrepentirás? - Quizás crea en la idea pero no creo en la estructura.
Viento, mucho viento.
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Wow..! Tremanda entrada! Bueno lo cierto es que la estructura está mas que Tambaleante e incierta.mejor abriguemos la fe en el corazón. Saludos amigo !
ResponderEliminarPor mucho que lo esconda, siempre me entiendes, amiga Idolidia. Feliz día.
EliminarLa eterna duda entre la función y la forma, no Enric? Un abrazo
ResponderEliminarJusto, amigo argy. Eso es. Nos entendemos. Momentos especiales.
EliminarLa cáscara, en general, protege el posible desarrollo de una nueva vida. En el mundo racional, las estructura interna, está tan sometida a los requisitos de la arquitectura que la conserva escondida que es más gradto sentir lo nunca percibido que admirar la construcción y sus defectos cada día más peligrosamente degradados.
ResponderEliminarUn abrazo, Enrique.
Eso es, amigo Campillo, cambian las formas pero no la idea. Las formas no me gustan ni ahora, ni, quizás, nunca.
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