15 abril 2014
En este feliz y concluyente espacio de tiempo vital en el que me encuentro, sigo marcándome objetivos que antes me parecían imposibles. Hoy, (no os lo vais a creer), tras unas largas horas de aprendizaje y aleccionamiento previo por parte de la reina de mi casa hacia mi, he llenado el lavavajillas de asquerosos platos, vasos, tenedores, cucharas y cuchillos, sucios a rabiar, le he puesto el líquido en un curioso huequecito que tiene para el detergente en la misma puerta y le he dado al botón de puesta en marcha y no me ha pasado nada, repito, estoy bien. Al bajar a por el pan me he visto con el vecino, se lo he contado y no se lo creía. “Enrique: ¿Que has puesto en marcha el lavavajillas?” – Y el tío me ha dado hasta un abrazo que “paqué”. Ya sabéis mi lema: El que la sigue, la consigue y ahí estoy. Mañana intentaré un nuevo logro.
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Ojo: no se te ocurra meter el móvil aunque lo veas un poco sucio.
ResponderEliminarYa me contaras como se hace.............
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