11 abril 2014
A medida que ves pasar las hojas de calendario de tu vida te vas dando cuenta de la gran cantidad de renuncias que vas teniendo que hacer y no hablo de las machadas de siempre, hablo de la pérdida de hábitos, mejor dicho, de las prohibiciones de determinadas hábitos que se van acumulando en tus obligaciones diarias y en la extraña obligación de casi todo el mundo que te rodea de convertirse, milagrosamente, en sabios doctores de la ciencia de la salud obligados a protegerte, por amor, por cariño o amistad, no lo sé, pero lo hacen. El día que alguien te dice: “Enrique, no bebas más que sabes que te hace daño” o ese reproche en plan severo profe de Cálculo; “dos cervezas, media botella de vino para comer y un Bacardi-Cola, eso es la leche, Enrique”, si eso te empieza a suceder, entonces es que tienes que empezar a darte prisa para todo, ya no importa que bebas o no, da igual, te empiezan a ver mal, te ven mayor.
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Pues me gusta tu blog y me quedo ¿no te importará, no?
ResponderEliminarVengo del blog de Mª Luisa y me ha movido la curiosidad tu comentario, y aquí estoy encantada.
Gracias Tracy, será un honor verte por aquí. Yo solo soy un aficionado y María Luisa la maestra. Feliz noche.
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