jueves, 22 de mayo de 2014

Hacerse viejo es una verdadera putada, pero … ¿para quién?



22 mayo 2014   -   02 julio 2016

Marga es una de esas jóvenes amigas que a sus desdichados 84 y en plenitud mental y física aparente, ha sido envidada al lujoso geriátrico de El Campello donde sus hijos e hijas, han decidido que viva sus últimos y, seguramente, largos días, en beneficio propio, el de ellos, los hijos, en abominable y decidida decisión para quitarse a mamá de en medio. Ella solo es visitada por amigos y amigas, de su quinta, debidamente acompañados por sus sucesores, y salen, todos ellos,  aterrorizados, como no. Sus hijos, también van, claro, pero solo el domingo y eso, sin duda, será la costumbre que viene o eso parece. No obstante, acabo de descubrir que otros, como María, que solo tiene 68, ha sido devuelta a casa de sus hija para que su pensión ayude a sobrevivir a la familia de ella, de la hija. Todo ello, sin duda, una muestra de moderno, puro y poco interesado, amor filial.

Parece, según veo, que hacerse viejo es una verdadera putada para quien les has dado la vida ¿Será siempre así en todos los caso? Dios me libre … amén.

N: Lástima que tenga yo esa extraña facilidad para que me lo cuenten, con lo feliz que sería yo sin saber según que cosas ¿Verdad?




6 comentarios:

  1. A mí me gustaría tomar mi propia decisión sobre mi vida. No esperaré a ver qué dicen los demás.

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    1. No sé, María LUisa, si hablamos de lo mismo. Primero fue la necesidad de que alguien la ayudara y lo segundo fue que declararon su incapacidad. Amor puro. Claro que eso no se produce en todos los casos y, además, puede ser que todo se produzca como tú, a lo que noble y deseablemente, aspiras, yo también, pero ...., ya ves.

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  2. Ay amigo, tema espinoso y muchas veces triste, espero tener bien mi cabecita el mayor tiempo posible...
    Besos

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    1. Lo cierto, María, es que es deseable no tener que pensar en ello, pero tarde o temprano nos toca y eso, sin duda, es una suerte mejor que la de otros. Un abrazo.

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  3. No se amigo, como todos nos vamos a hacer viejos, es cuestión, supongo, de ir preparándose para el trance. Yo no quisiera ser ni carga, ni molestia para mi hija, así que antes de que entre en una disyuntiva, si puedo, y llego a esa edad, seré como los futbolistas a los que le llego la hora del adiós, daré dos pasos para atrás y a disfrutar de ese estadio de la vida, o no. En todo caso, y esto no es un consejo, Dios me libre, es bueno comenzar en edades tempranas, incluso anteriores a la mía, el intentar hacerse amigo de la soledad, es un buen ejercicio, y si se adereza además con la clave de no esperar nunca nada de nadie, ya es la leche. A partir de está premisa, quizás si se llega a cierta edad, todo se vea con un distanciamiento académico muy adecuado.......................(menudo rollo que he soltado)

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    1. Claro, amigo argy, la familia, el amor filial y esas amorosas y necesarias tradiciones de toda la vida, son puestas a prueba como la amistad, solo cuando te hacen falta, ése es el día el que lo sabes. Lo peor, para saberlo, es tener necesidad de necesitarlos, ahí estará la prueba, lo demás, sin duda, una altruista y generosa opinión y deseo de un padre o de una madre, claro. Cuando hay pan, las penas, y el amor, ni se nota que existen los males.
      Un abrazo muy fuerte, amigo, pero, ah, perdona mi crudeza, pero tengo tantas amigas en esa condición que ...

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