Hace muchos años creía que para llegar a la cima profesional, social y familiar, hacía falta una gran preparación, mucho esfuerzo y maneras. Ahora, a mis sesenta y cinco, creo que hace falta grandes maneras, esfuerzo y una mínima preparación.
“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
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Desgraciadamente es así, solo llega el que es buen relaciones públicas, buen estratega o magnífico adulador.
ResponderEliminarLástima que no nos lo contara alguien a los 20, Paco Paco.
EliminarHola Enrique
ResponderEliminarla chica de la foto que nos presentas está sobradamente preparada para llegar a donde quiera, sin lugar a dudas.
Un abrazo
Te sorprendería la cantidad de personas que habré contratado en mi vida que sin tener la misma carrocería que mi prima, les ha ido muy bien en su actividad profesional. Hay personas que tienen ángel, sin más.
EliminarGracias, como siempre, por tus visitas a este blog de mis amores y desahogos ordinarios.