24 junio 2014
Vaya hoy mi lanza rota por todos aquellos incomprendidos en el dolor, si, esos que son llamados cuentistas o parásitos porque son fibromiálgicos, reumáticos, artrósicos, artríticos y, fundamentalmente, algo o muy, mayores. La igualdad en el dolor, casi siempre, nos hace comprender el de todos aquellos que siempre hemos visto a nuestro alrededor, quejándose o no, eso da igual, pero que siempre hemos ninguneado por el simple y torpe criterio de no sufrirlo en el momento. La igualdad en el dolor debiera ser antepuesta por la comprensión del que no lo padece hacia el que lo sufre, pero despreciarlo y hasta criticarlo, es aún más cruel. Debiéramos procurar no olvidarlo nunca, quizás, algún día nos pase a nosotros.
Efectivamente el desprecio en estos casos es muy cruel, es hacer padecer un doble dolor: el físico y el moral.
ResponderEliminarEso es, Paco Paco, poco a poco nos vamos enterando de ello.
EliminarUn abrazo y feliz cremá.
Hola Enrique,
ResponderEliminarel dolor ajeno nunca deberiamos ignorarlo. Me uno a tu pensamiento de hoy.
Un abrazo
Gracias, FJT. Ha sido un nuevo desahogo sobre algo que veo muy a menudo.
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