Pintura: Nacho Puerto
09 julio 2014 - 2016
Nunca fue una chica fácil, ni la vida se la pusieron en bandeja. Una dura infancia y una época muy austera, le forjaron un carácter duro, receloso y de corazón indomable, irreductible pero incomparable una vez abierto. Ella no entendía, ni perdonaba, la infidelidad en la pareja, en la familia y en los amigos que, poco a poco, por una u otra razón, pero , especialmente, por esa moral que ella sabía llevar hasta el último extremo, se fue quedando sin ellos. Solo tuvo un amor y lo mantuvo hasta su muerte, la de él, y ahora vive enfadada con él por haber incumplido su pacto secreto de que era ella la que tenía que haber muerto antes. Él murió hace ocho años y aunque se lo dejó todo arreglado, ella no sabe vivir sin él. Cada rincón, cada recuerdo, cada vez que ve a su nieto, cada imagen, todo, le recuerda a él. Ella vive sola porque aunque tiene mil dolores, eso no le impide ser válida para casi todo y, conociéndose, prefiere seguir llevándose bien con su hijo y su nuera y para eso ella sabe que lo mejor es la distancia en las alcobas. Piensa, cada mañana, cuando se levanta, que no vale la pena vivir, pero al rato y pensando que cuando llegue el último camino, bienvenido será, apoya su cabeza en el sofá, cierra los ojos y por su imaginación no pasa otra cosa que una parte de aquellos cincuenta y cinco felices años vividos con él, con su único amor, hacerlo la hace sentirse bien, feliz y con renovadas ganas de que llegue otro amanecer para seguir recordando esos viejos y felices momentos. Ella, siempre, fue una mujer admirable, querida por más gente que ella quiso, pero tuvo una especial virtud: Supo amar siempre hasta la muerte y … hasta después de ella.
N: Dudé entre dos títulos para esta entrada muy especial, pero, finalmente, opté por los dos.
enriquetarragófreixes
Ambos títulos son adecuados. Sí, una entrada muy especial dedicada a una mujer, por lo que escribes, también muy especial.
ResponderEliminarDifícil mantener lo prometido a lo largo de una larga vida...seguro que es muy especial.
Un besote grande.
Tremendamente especial, detalles, una gran mujer y lo peor es que ella, no lo sabe.
EliminarVaya amigo, hay que ver lo que me haces pensar con esté y otros relatos cortos,,,,,,,,,,,,,,,,,magistral!! Un abrazo
ResponderEliminarBien, amigo Antonio, aún eres joven y pensar no es malo. Bromas aparte, me alegra verte por aquí y me alegra saber que te gusta estar. Tus comentarios siempre dicen mucho.
EliminarEsto sí, su amor les empujó a casarse porque uno sin el otro no era nadie. La pareja de los doce años de nocios no tenían ni idea que este caso se pudiese producir. La delicadeza que le imprimes al relato pone de manifiesto tu gran amor por la pareja y por la familia.
ResponderEliminarUn gran abrazo, Enrique.
Ay, maestro campillo, ay, mil gracias. Feliz fin de semana.
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