Soy un Progre … a mi manera … quizás

Hardy y Dutronc

26 agosto 2014

A mi, seguramente, me hubiera gustado parecerme a Paul Newman, a Jacques Dutronc y hasta a John Lennon, pero me fui haciendo mayor y cambié de opinión al respecto de cual era mi icono-horizonte. Empecé a enamorarme de gente muy aburrida, me gustaba Serrat, Aute, Milanés y mezclaba sus lágrimas con las gracias de Perich y, como no, las de Forges.  Me estaba convirtiendo en un progre sin serlo, pero me gustaba ese look, aparentemente, rebelde y, a la vez, poseedor de todas las verdades sobre la vida, la política, el amor y el futuro ideal. Ahora, muchos años después, me río de los progres de nuevo cuño, disfruto con las películas de Newman y aún bailo las de Dutronc, especialmente aquella de et moi, et moi, et moi. Mi trío de ases, SAM, (Serrat, Aute, Milanés),  llenan mis momentos musicales cuando me instalo en el refugio y cuando veo alguna de las gracias de Perich o de Forges, sonrío. A veces pienso que nada ha cambiado pero que todo es diferente. Creo que me falta tiempo para todo y por otra parte pienso que lo desperdicio adentrándome en esa estúpidas reflexiones para la nada. Amo como antes o, quizás, aún más. Quizás todo parezca igual pero no lo es. Quizás me esté convirtiendo en un progre a mi manera. Quizás, añore aquellos consejos que Él, a su manera, solía darme. Quizás ahora, cuando me pongo a luchar contra la oscuridad de los instantes perdidos, creo que vuelvo a querer parecerme a alguien, a ser alguien, quiero parecerme a Él y en Él, seguramente, me estaré convirtiendo … quizás.

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