06 septiembre 2014
La Edad enseña a comprender que la negligencia es solo fruto de la ignorancia y no siempre lo es de la maldad. Lo que más cuesta, sin duda, es aceptarlo. También con la edad, a veces, y en cualquier momento, te acuerdas de todo aquello que pasó por delante de ti, que no pudiste ver ni tocar, pero que sentiste como si fuera lo único que quisieras tener. La experiencia cultiva la sabiduría, quizás sea por eso que la vida empieza a llenarse de ella cuando se acaba. No obstante, y entre tantos pensamientos etéreos, hay quien dice que lo único que nos separa de la muerte es el tiempo y siendo así de importante tal verdad, no se debiera desperdiciar en gestos y gestiones absurdas. Tras muchos años de abrazar la soberbia que manifiestan nuestras indeformables creencias, descubrimos que mantenerse en las propias opiniones, cuando uno cree que no son equivocadas tiene un gran mérito, claro, pero resulta todo lo contrario si esa presunción resulta, finalmente, equivocada.
Tras tan “sabios y presuntuosos”, pensamientos terminaré repitiendo aquello que siempre procuro intercalar en mis razones para existir: Caminar por encima del muro no es peligroso, solo lo es si no sabes hacerlo.
..
Es una de las mejores frases que he leído, me la aplico y te la robo para siempre. Cada vez que la utilice, pensaré en un gran sabio, al que no lo hizo la edad.
ResponderEliminarBesotes grandes, chaval.
Me has impresionado, detalles. Lo importante es lo que tienes aunque siempre creamos que son los deseos.
EliminarFeliz domingo.
Esto ultimo es un gran verdad tambien,,,,lo importante es lo que se tiene, lástima que muchas veces nuestra ceguera o cabezoneria impida verlo y entenderlo.
ResponderEliminarSer recto, amigo Argy, es lo que cuesta y para serlo hay que aprender a serlo ... antes.
Eliminar