Flores para el recuerdo
15 septiembre 2014 - 2016
Hace años, un amigo de correrías sociales no obscenas me decía, al referirse a la relación de pareja, que él nunca perdonaría una infidelidad. A mi amigo se le olvidaba, a menudo, que la fidelidad es cosa de dos. Hoy, tras mucho tiempo sin verlo, me lo he encontrado comprando el periódico. Hace diez años que se divorció y hoy vive solo en Picassent. Dice que no se aburre, bebe mucho y duerme poco. Sólo viene a La Playa a ver a sus nietos … cuando le dejan verlos. Ah, por cierto, aunque él creía que yo ya lo sabía, me ha dicho, con ojos de húmedo cristal, que su mujer es muy feliz y que ha rehecho su vida con un Ingeniero de Oviedo que, según dice, la hace sentirse muy querida.
Al parecer, la vida no suele dar dobles oportunidades y la sensación de que los errores se pagan, cada vez más, ocupa cruelmente mayor espacio en mis realidades cercanas.
Enviado de Samsung Mobile Note III
enriquetarragófreixes
Esta triste historia se repite una vez más entre tus conocidos................lo de que tira mes un pelo de figa que una maroma de barco sigue haciendo de las suyas!
ResponderEliminarEs cierto y curioso, amigo Antonio, la mayoría de amigos que he perdido de vista están, muchos de elloos, en situaciones parecidas. Hay quien me dice que esta actitud, antes, se resolvía de otra manera, es decir, el marido se quedaba en casa, seguía golfeando y la mujer tenía que aguantar. También diré, que tengo otros tantos amigos, o más, que viven, más o menos, felizmente con su pareja de toda la vida, lo que pasa que esos, seguramente, no son noticia, es decir, para mi eso es lo normal.
EliminarClaro seguro que los tienes, faltaria más, pero comienzo a pensar seriamente en que los que entedemos eso como normal (pareja de toda la vida) comenzamos a ser los raros..................
ResponderEliminarESO ES LO QUE ME PARECE, ARGY, JUSTO ESO.
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