“Y me permito hacerles un ruego: si en algún momento tropiezan con una historia, o con alguna de las criaturas que transmiten mi libros, por favor créanselos. Créanselos porque me las he inventado”. (Final del discurso de Ana María Matute al recibir el Premio Cervantes 2010)
Es una cuestión que ni los mejor pagados analistas de las grandes empresas mundiales logran desvelar.
ResponderEliminarPero ya sabes, amigo Paco Paco, los hay más sabios que ... Los sabios hablan porque tienen algo que decir. Los tontos hablan porque tienen que decir algo.
EliminarEnrique, te enrollas como una persiana, mas dejao tupesfasto
ResponderEliminarHaz como el del chiste de las sardinas, no abras la lata y pásalo, que sea el último el que se entere de que está vacía, Toni. Ah. con un Bacardi-Cola, suave, se cura. Un abrazo, amigo-e.
EliminarRecuerdo aquellos años del dorado decenio, cuando uno preguntaba por algún piso en venta en cualquier zona, y al ver esos precios desorbitados uno le decía al inmobiliario, vendedor o lo que fuera que eso no era normal, y contestaban con cara de saberlo todo y no exentos de cierta indiferencia que nunca bajaría de precio, como mucho se mantendría. La de risas que me he pegado yo con eso, entonces, y ahora claro.
ResponderEliminarya, no obstante, amigo argy, lo mío es puro desahogo. Como a ti, si les preguntas ahora a los mismos, te dicen todo lo contrario: "Nosotros ya lo advertimos" y es entonces cuando te dan ganas de ... pero no, te echas a reír y ya está, solo eso, que no es poco, claro.
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