01 octubre 2014
Piensas que el tiempo no pasa, pero cuando te das cuenta, se te ha ido casi una vida sin que hayas tenido tiempo de organizarla, de hacer con ella muchas cosas que pensaste un día que eran tan imprescindibles como ella misma, como la vida. Un Hado mágico e invisible, me ha dicho esta noche en uno de esos sueños imposibles, que: “No debiéramos quejarnos y mucho menos tú. Tienes un baúl vital muy lleno, viejo mundano”. Pasaban las horas y no se hacía de día. Ella y yo, esta madrugada, apenas salían los primeros haces de luz a través de la persiana mal cerrada, nos apresurábamos para jugar en ser el primero en felicitar al otro …
Primero fue un día muy cercano al de hoy pero del año 66, luego, seis años después conseguí un sí para llevármelo y llevármela, al libro de familia de mi vida y aquí seguimos. Punto y seguido a una vida sustancial y emocionalmente, feliz. Hubo una gran película en el 97 cuyo título definía, entonces, ya, un estado y un estadio, que ambos repetíamos: “Mejor imposible”. Hoy es el primer día del resto de …
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FELICIDADES, ENRIQUE, a ti, a tu dama. A los dos!!!!
ResponderEliminarEs un placer leer estas cosas en blogger, dirás que empiezan a ser como los diamantes: escasos y de una luz cegadora. Es más, se lo voy a enseñar a mi esposa ahora mismo: le encantará leerlo.
Un abrazo
Gracias, Valaf. La relación de pareja es algo que como la buena brasa, hay que avivarla a cada segundo.
EliminarVer el rostro iluminado cuando ella lee tus palabras, eso es Mejor imposible. Lo imagino así.
ResponderEliminarGracias Enrique, un beso y otro para tu dama.
Gracias, Eva, ya sabes, los sentimientos, sin darte cuenta, acaban en el papel o en el teclado
Eliminar¡Ánimo! y ¡felicidades!
ResponderEliminarGracias, Tracy, empezamos otros 48 juntos ... como mínimo
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