19 septiembre 2014
(recuperado de mi baúl de bloguerías del 2013)
“Yo no sé por qué escribes tanto, Enrique, no hay quien lea eso. Eres un plomo”. – Fotre*, me temo que tú no sirves para relaciones públicas ni para un centro de Salud, le digo yo a Pepe, siempre tan atento con los amigos. No escribo para nadie, Pepe, bueno, si, a lo mejor escribo para que alguien algún día pueda hacerlo, pero la realidad es que cuando escribo me encuentro como si estuviera jugando al tenis, solo, contra un frontón. Es una forma de hablar conmigo y con mis temores, mis problemas y mis dudas. También lo hago para hablar con quien no supe hacerlo cuando podía y para expresar mis alegrías, a veces, ocultas. … - “Lo dicho, Enrique, eres un plomo, siento destrozar tu librería virtual, pero … ”
Ay esa cafetulias, ¿qué haría yo sin ellas? Y es que, a veces, no hay nada como tener verdaderos amigos que sepan darte ánimos y, además, que te ayuden a hacerte ver la realidad por dura que sea. Todo cariño, todo compañerismo, pura sinceridad. Teniendo amigos así … quizás sea por eso que tengo tan pocos enemigos.
*: En Valenciano, expresión vulgar sobre el acto de copular.
No hay nada más satisfactorio que dejar las memorias escritas.
ResponderEliminarUn beso Enrique,adoro tus tertulias.
Gracias Eva y yo tus poemas.
EliminarPues estoy contigo en la distancia Enrique, cuenta con mi sincera amistad
ResponderEliminary espero algún día hacer una cerveza o café contigo
Gracias, Toni, mil gracias. De momento me conformo con tu deseo.
EliminarJa ja! ! Qué sabrá tu amigo!!! Con la de malos ratos y alegrías que soportan estos rincones. Por no hablar de la buena gente que nos permiten conocer, para muestra tu blog.
ResponderEliminarUn beso grande, una mala racha me impide entrar tanto como quisiera, espero mejorar!!!
Gracias, detalles, ya te encontraba a faltar aquí y en tu blog. Espero que no sea nada. Un millón de animosos deseos de recuperación
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