14 octubre 2014
¿Adónde te escondiste,Amado, y me dexaste con gemido? Como el ciervo huyste aviéndome herido; salí tras ti clamando y eras ydo.
Así comienza el “Cántico espiritual” de san Juan de la Cruz.
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¿Adónde te escondiste,Amado, y me dexaste con gemido? Como el ciervo huyste aviéndome herido; salí tras ti clamando y eras ydo.
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