05 octubre 2014
Hace, ya, más de 25 años me mandaron a la feliz tarea de construir dos grandes complejos hoteleros en ese Paraíso que es la isla de Lanzarote. Casi tres años duró esa feliz aventura en la que aprendí dos grandes e irrenunciables placeres: Hablar con Ella a través de la Luna y a saber lo que es la Eternidad. Sólo podía ir a verlos, a los dos, a Ella y al chavalín, los fines de semana. Pura y dura eternidad.
enriquetarragófreixes
Supongo que se haría duro, pero bueno el treball és el treball!
ResponderEliminarFue divertido, entre semana y agotadoramente feliz los fines de semana, Alacantí. El mundo de las obras, como sabrás, es apasionante pero vives como un marinero.
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