15 octubre 2014
En una residencia de ancianos hay un viejecito muy contento que le dice al primero que pasa:
- Oye Manolo, hoy es mi cumpleaños, ¿a que no adivinas cuántos años tengo?
- ¿Noventa y ocho?
- No, sólo noventa y siete.
- Jo, tío, como te conservas !Que cumplas muchos más!
El del cumpleaños sigue andando y se encuentra con otro conocido:
- Pepe, tío, ¿a que no adivinas cuántos años cumplo?
- ¿Noventa y dos?
- No, noventa y siete.
- ¡Enhorabuena!
Y a continuación se encuentra con una viejecita desvalida:
- Oye María, ¿a que no sabes cuántos años tengo?
- Bájate la bragueta.
- ¿Qué?
El viejecito se baja la bragueta, María le mete la mano y tras palpar un rato le dice:
- Pues hoy cumples noventa y siete años.
- ¡Pues sí! ¿Y cómo lo has sabido?
- Porque te he oído hablar con Manolo y con Pepe.
Así se despachaba la inimaginable vampira que tomaba café, en la mesa de más allá de la mía, en la cafetería de la Clínica Rehabilitadora, esta mañana. Las “compas” de mesa, se partían de risa a la vez que hacían alusión al Rajoy sobre como hacía las cosas y la comparaban con la María del chiste.
Me imaginaba que hoy sería un día nefasto para todo. Hospital, noticias económicas represivas del gasto, encuentro con un ex poco querido, etc. Pero había una oportunidad de que esto cambiara si mi culireunión con otro grupo de ex-compas resultaba como esperaba. Pero tampoco empezaba bien el día para ello, pues se anulaba la culireunión, pero se sustituía por otra de menor mantel, (solo café), pero con un grupo más amplio. Finalmente, nada me podía haber ido mejor. Una hora con ellos ha resultado como un día entero de dicha.
Resulta que me he quedado a 50 m de la Reina de las Avenidas y no he tenido tiempo de ir a verla, hubiera sido el éxtasis total. Otra vez será.
No sé si todo el mundo lo ve como yo lo veo, pero cada vez me parece más importante reconocerme que aquél fraseado de “Me he alegrado mucho de verte”, ha dejado de ser en mí, una frase mecánica.
Cuando les he dejado, y marchaba hacia el noble X1, he notado que hasta andaba un poco más recto y más rápido. Ya veis, resulta que me he dado cuenta de que no es cierto aquello de que cuanto más viejo, mas pellejo, como le pasa a la María o al Rajoy, que se inventan cualquier excusa para tocártelos.
Oigo al fondo: ¿Tú crees? A lo mejor haces como la María sin darte cuenta, y a lo peor no se atreven a decírtelo.
No sé, de momento pensaré lo mejor, pensaré en La Belleza que entraña una relación humana. Simplemente eso.
enriquetarragófreixes
No acabo de entender ni el texto ni lo que pretendes decir entre las líneas del texto... Se ve que ando espesita hoy...
ResponderEliminarAsí que yo también me alegro de verte y me alegro todavía de verme a mí :))
Un abrazo.
No me hagas caso, Censura ..., ni yo mismo lo entiendo o sea que no eres tú. Soy yo el que ando espeso y denso.
EliminarFeliz tarde y gracias por esa buena voluntad mostrada al acercarte hasta aquí. Toda una hazaña, como dicen mis mejores amigos, ya sabes como son los amigos ... "Enrique, no hay quien te entienda" - Siempre dicen la verdad.
A veces un mal día, se torna en una inyección de ánimo y buenas vibraciones. Seguro que sí, seguro queandabas bastante más erguido y no, no eres un tocapelotas, doy fe.
ResponderEliminarMe alegra saber de ti, besos grandes.
Gracias, detalles. Se te añora en la Red.
EliminarEnrique
ResponderEliminarGenial tu texto
Gracias, Mucha, ya sabes, yo solo soy un aprendiz, querida escritora.
Eliminartenes que dejarte la barba de 5 dias y con el bigote matas
ResponderEliminarbesos
Nunca, eso nunca, Mucha, la barba pica y me pica.
EliminarCada dia lo bordas más....................yo también me apunto a eso de la belleza en las relaciones humanas, a ver si es cierto. Se lo tengo que contar a la cascarrabias de mi vecina.
ResponderEliminarJajajá, Antonio, dale un abrazo de mi parte a tu vecina.
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