26 diciembre 2014
Curioso es ver como lo que ayer era un mundo familiar, de recogimiento y de calles vacías, hoy es “unaquínopasónada”. Nadie se conoce, todos vuelven a pitarte cuando el semáforo apenas se ha puesto verde y en las teles vuelven a contarte esos casos de gente desesperada al borde del desahucio o plantando cara a eso de tener que ir a comer a los comedores de Caritas cuando antes tenían negocio, vida y padres sin embargos por que no habían avalado ningún préstamo. La Navidad, bien pensado, es cruel, claro, pero al menos nos ha dejado ver que este mundo, cuando queremos hacerlo, es parte de un universo en el que se puede vivir y eso, aunque parezca sencillo, es … lo que es, tremendamente difícil.
Mi abuela diría: "Que poco dura la alegría en la casa del pobre"
ResponderEliminarVaya, Tracy, tu abuela y la mía serían del mismo lugar. Feliz noche.
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