17 diciembre 2014
No te levantas de la silla si no te apoyas en las mágicas manos que nos engancharon al cuerpo en una feliz decisión del creador. Ponerse los calcetines es como lo de subirte a la cuerda cuando tenías siete años. Los altillos de los armarios, ay, dichoso invento, que inalcanzables son, aunque estoy convencido que los hacen para que necesitemos de los hijos para usar lo que allí nos empeñamos en guardar. Y no hablemos de las cosas de la memoria pues ya me tengo que acostumbrar a comprar seis o siete gafas para leer, pues las pierdo sin saber donde buscarlas, ya - Ayer, por ejemplo, encontré unas que perdí en Julio en el último cajón del congelador. "Pero, Enrique, ¿qué nos quieres decir" - Dice Antoine mientras intenta embaucar con el gesto a la Loli. No he sabido responderle ... no me acordaba de qué estábamos hablando. Hay cosas que sabes como empiezan pero no sabes nunca como quieres que acaben ... nunca me acuerdo.
Feliz … Navidad, eso es, lo tenía apuntado.
N: Ya sabes, no tener memoria es un lujo, puedes disfrutar de la belleza mil veces y sorprenderte, cada vez.
Enviado desde Note 4
El que nos falle la memoria, es una prueba mas de lo bien concebido que está el cuerpo humano, debe ser así, ir desenganchandonos poco a poco de este mundo, igual que al nacer vamos ganando memoria, cuando nos vamos debemos entregar la cuchara.
ResponderEliminarUn abrazo Enrique y feliz navidad
Hola Toni, has activado mi severa creatividad y he añadido a la platea de la bloguería este anexo:
EliminarFeliz … Navidad, eso es, lo tenía apuntado.
N: Ya sabes, no tener memoria es un lujo, puedes disfrutar de la belleza mil veces y sorprenderte, cada vez.
Son gajes del oficio de hacerse mayor.
ResponderEliminarClaro Tracy, pero tiene sus ventajas, ya sabes, no tener memoria es un lujo, puedes disfrutar de la belleza mil veces y sorprenderte, cada vez.
EliminarEso mismo me lo dicen en mi casa con las series de TV, por lo visto mi cerebro una vez que las he visto y disfrutado, las va diluyendo poco a poco jaja.
EliminarEso es una suerte, Alacantí. Puedes ver las películas multirepetidas asombrándote del final, cada vez. que la repiten. Un verdadero chollo.
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