jueves, 15 de enero de 2015

Adjetivar, calificar, ... ¿Una crueldad más? ... ¿crucificar sin saber?


Fotografía: HENRY CARTIER-BRESSON

15 enero 2015

Llamamos bipolar a cualquiera que pasa con facilidad del blanco al negro, en su estado de ánimo, como si supiéramos de que va. Un maníaco depresivo lo es cuando ese estado, en cada uno de sus dos extremos,  se le prolonga por un espacio no inferior a quince días o eso dicen los que beben en las fuentes de la psiquiatría. Ignoramos las razones por las que otros muestran su cara en función a su estado de ánimo, dependiendo ello del lugar donde se manifieste,   sin importarnos, para nada, su problema.  Llamamos borracho al que acostumbra a tomarse dos copas en soledad y sin que nos preocupe, en absoluto, sus motivos, pero llamamos bebedor social al fino ejecutivo que hace lo mismo sin que se lo reprochemos en absoluto. Frases o solo adjetivos, que lanzamos a la fuente del pastoreo social sin que nos demos cuenta de lo que hacemos con ello. En las progres tertulias cercanas a la fuente social, de la que salí no hace tanto, se decía que solo es infiel, al o la, que pillan ... gracioso ... ¿Verdad? - ¿Cuán estúpida, machista e injusta, es la vida social, a veces, verdad? ... como nosotros mismos cuando queremos serlo.

Creo que la liberación del ser empieza cuando deja, éste,  de preocuparse por lo que hacen bien o mal, los demás. La pregunta de hoy, si pudiera hacerla, sería: ¿Lo pensamos y lo hacemos o sólo lo decimos cuando nadie nos oye, ni nos ve? ¿Tú sabes qué?


Enviado desde mi Note 4



 


4 comentarios:

  1. Enrique, no tienes arreglo. Bien por ti, paisano
    Lluis de Alcoi

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  2. La suerte de ir cumpliendo años es que se llega sustituye comprensión por critica.....la pena, pues que no ocurre muy a menudo.
    un saludo

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