lunes, 26 de enero de 2015

La DFEH y el ¿por qué no me llamas?


Imagen: Jone Reed


26 enero 2015 - 2012 - 02 septiembre 2016

Yo no quería, ella, la doctora, me incitó a publicarlo ...



“Levanta la pierna, Enrique, ánimo”. Eso me decía la Doctora Muelas, el martes: “El cuerpo es asimétrico, no siempre se deteriora por igual” – Es mi princesa de la ciencia oculta e inconcluyente, sobre la detección de las enfermedades raras, pero es un encanto de mujer y de científica. El pie izquierdo ya no sube, la pierna derecha no se dobla y el tensor de la izquierda me ha dicho adiós. El abdomen se va hacia la izquierda, qué pena, si al menos lo fuera por ser una consecuencia cervecera. Los hombros duelen cuando te acuestas de lado, tienden a irse hacia el centro y si además les obligas con el peso, pues, si, duelen. El caso es que si me pongo boca arriba entonces me duele la espalda y el CEPAP pierde aire, armando un ruido de “paqué”. Las noches se hacen largas y las madrugadas muy cortas, pero, menos mal que puedo llevarme el monoauricular al oído derecho con el que aún oigo algo y ahí, con las noticias se hace todo algo mas llevadero. Coger el teléfono es una verdadera putada, si, con perdón, es cierto, no oigo casi nada y debo intuir la mayoría de las frases que me sueltan. Prefiero no cogerlo salvo que esté en el coche con el Manos Libres. Mis amigos no lo entienden, pensarán que no les quiero coger la llamada, no obstante y por si sirve de excusa, diré que lo tengo, siempre, sin voz, si, atiendo mas a los mensajes del “guasap”, del twitter o del correo-e, que a la clásica llamada de teléfono y es que adaptarse a la nueva naturaleza que me rodea, me obliga.


No obstante,a todos mis amigos en la enfermedad y a todos aquellos que lo son desde siempre, diré que mi querida DFEH me ha enseñado a vivir, a poner los pies en el suelo y a saborear cada uno de los momentos que la vida nos regala sin que, muchas veces, hubiéramos sabido apreciarlo. Gracias a mi querida compañera, he conocido muchas cosas de mi que no sabía, he aprendido a saber que tenía amigos y, especialmente, a que la vida estaba en otra parte.

Un abrazo amigos y, ah, feliz día. Os dejo con mi música de hoy, si, la que estoy usando para mis movimientos fisioterapéuticos matinales. Poned el volumen a tope y preparaos para moveros como nunca lo habéis hecho. Ah, si queréis descargar esa música, ya sabéis, botón derecho sobre la pantalla que resulte de pinchar sobre el enlace de más abajo y “guardar ……”







enriquetarragófreixes




6 comentarios:

  1. ¿Qué te puedo decir? ¿Ánimo? ¡Tienes todo el del mundo! ¿Que eres el mejor? ¡Ya lo sabes! y lo saben tus amigos y familia, lo único que me queda es sugerirte: no pierdas jamás el sentido de humor. Es la mejor medicina. Un abrazo - j. XD

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    1. Gracias, Joana, no digamos nada, yo solo lo digo, lo explico, para aquellos que como yo, pudieran parecer seres de un mundo menor ... cuando no lo son.

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  2. Tu querida amiga DFEH te ha enseñado a vivir con más intensidad los momentos difíciles y a disfrutar los momentos felices. ¿Que es un poco cabronceta? Sí. ¿Que los brujos de la tribu te ayudan? Sí. A pesar de ello, si te dejase tranquilo creo que sería muy buen ejemplo para la investigación. Por el momento, tendremos que querer a los brujos.

    Un inmenso abrazo, querido Enrique.

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    1. Sí, amigo Campillo, no hay tratamiento alguno ni se ve nada cerca que lo pueda reparar. Ya sabes, la investigación tiene fondos para ir a Marte pero no para las enfermedades raras.

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  3. Otro abrazo del tamaño del de Antonio Campillo.

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    1. Gracias, mimarzgz, un abrazo virtual, a veces, vale mucho ... mil gracias.

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