RAFAEL HERNÁNDEZ. LA PINTURA COMO INVESTIGACIÓN LINGÜÍSTICA Y TERAPÉUTICA-el ojo de mi padre
09 marzo 2015 - 2013
Lo de andar metido en Internet se ha convertido en un hábito tan cotidiano que hasta es normal que, ya, ni recibamos correspondencia en papel en nuestro buzón casero. Me preguntaba Lucas esta madrugada: ¿Enrique, tú que solo vives de lo virtual en tus relaciones bancarias, si un día vas al banco y te dicen que no tienes cuenta allí, qué haces? – La verdad es que no he sabido que responderle a mi amigo Lucas, pero me ha hecho reflexionar y hasta me he quedado con las ganas de contarle que la misma duda tuve, por cierto, hace un mes, cuando un simpático Guardia Civil de Carreteras me dijo, al comprobar mi documentación en una parada rutinaria, que el recibo de mi seguro del vehículo era una copia, ante lo cual, el simpático GC, se fue a su Walkitalki y al rato me dijo; “PUEDE USTED SEGUIR”.
Llegué, con esta situación ante el GC, a creer en la existencia de un nuevo mandamiento: El ojo de Google, (como le gusta llamar así al nuevo Dios a mi amigo Lucas), existe, o eso creo.
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El ojo de Google existe, o mejor dicho de Internet, y está muy bien para un montón de cosas que ahora no me voy a poner a enumerar y que nos agilizan y nos hacen más cómoda la vida. Pero la tecnología también tiene sus inconvenientes, entre ellos la falta de privacidad y la sustitución en muchos casos de las personas, que para mí son dos de los peores.
ResponderEliminarUn abrazo, después de un tiempo de ausencia.
Gracias Maria José por tu visita, es un honor verte por aquí. Sentirnos vigilados en nuestra intimidad es algo a lo que, desgraciadamente, yo al menos, me he acostumbrado ya. Cuando mando un correo-e, un guasap o hasta cuando hablo por teléfono, lo hago como si supiera que me están escuchando un millón de personas ... o quizás más.
EliminarUn abrazo grande.
Me gusta internet, gracias a a google he conocido a personas que actualmente me importan y a las que aprecio pese a no haber dado nunca la mano, un beso o un abrazo real. Gracias a internet, hoy, te conozco a ti, uno de mis grandes descubrimientos.
ResponderEliminarSiempre he preferido el contacto directo, el cara a cara, pero hubiera sido bastante más complicado conocernos. En cuanto a intimidad, ¡¡Se nota que que no vives en un pueblo pequeño!! Jajajaja.
Un besote grande.
Ay, detalles ... de lo mejor que me ha pasado por aquí ... conocer a gente como tú. Eres tan especial, tan distinta ... tan diferente al mundo.
EliminarUn abrazo muy, muy grande