martes, 17 de marzo de 2015

Tener un sueño



17 marzo 2015


"Tener un sueño" es algo que repetimos a menudo cuando mantenemos conversaciones en las que intentamos mostrarnos coquetamente interesantes, dándonos con ello un tinte de intelectual de novela para sensores selectos de lo que se muestra como culto. 

"Tuve un sueño en el que mi otro yo me hablaba de la belleza del amor incomprendido" - me decía una setentona de buen ver en la sala de espera  de Radiología de la Clínica Murciana de moda. Piernas cruzadas, falda a media tibia, ropa gris, camisa blanca, moño coquetón, elegante, muy vintage. Movía sus delgadas manos con gran elegancia y su mirada era intensa pero inconstante,  como hacen las personas que se sienten observadas y/o admiradas. El resto de sufridos compañeros de sala ... ni caso, estaban todos en otro mundo enganchados a su móvil, tecleando cómo posesos sobre su pantalla. Ella volvió a hablarme, habíamos iniciado una extraña conversación,  una guerra de palabras cultas en las que cada uno de los dos medía con precaución extrema cada palabra para que no se nos notara nuestro interés en seguir conversando, y me dijo al final de nuestra excelsa conversación: "Joven ... ¿es usted músico,  escultor o solo un poeta anónimo?” - No me dio tiempo a contestarle, apareció en la sala, de modo arrollador, una elegante y bella cincuentona que dirigiéndose a mi atractiva y veterana interlocutora, le dijo; "Mamá, cógete de mi brazo que nos vamos al TAC" - Mientras lo hacía, la guapa invasora, dirigiéndose a mi y casi al oído, me dijo; "¿No le habrá molestado, verdad, señor? ... tiene demencia senil o algo más, no sabemos, y a veces ..." - No señora, no, ... todo lo contrario - le contesté, mientras mis ojos se volvían como los del cristal mojado de mis sueños. Al levantarse, mi bella compañera de charla, me hizo un expreso  gesto de complacencia con su cabeza a modo de despedida ... y yo  confirmé, nuevamente, que la belleza que la vida ofrece, suele estar en cualquier lugar ... se trata de tener la suerte de encontrarla y de saberla ver.

Enviado desde mi Note 4

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6 comentarios:

  1. Buen relato, de un bonito momento. Y los sufridos compañeros de la sala, posesos del teclado del movil. Asi somos pasamos al lado de personas, como si fueran farolas, o en este caso como muebles,

    Saludos Enrique

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  2. Pues sí sólo las personas afortunadas gozan de ese privilegio y pienso, querido amigo, que tú eres una de esas personas.
    Por cierto esa señora no estaba senil, o al menos gozaba de un momento lúcido, senil estaba la hija.

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    1. Ay, Tracy ... me has robado el pensamiento.
      Un abrazo-e muy fuerte.

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  3. Sabes muy bien que la belleza se encuentra en los ojos del que observa,,,,,,,,,,,,,

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    1. Es cierto, amigo Antonio, se me había olvidado esa bella definición.

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