27 abril 2015 - 2013
Adalberto, un viejito, como él se definió mas tarde, nacido en tierras de la Pampa, en San Miguel de Tucumán, estandarte de su Independencia Patria, en plena e intrascendente, vorágine matinal y cafetera, hizo que todos callaran cuando cada cual hablaba con cierta soberbia de sus males … Nos contó, con ese dulce acento que tanto caracteriza a los de su tierra, que ………………………
“Creo que ustedes no saben apreciar el don del que posee esa enfermedad de la que quieren hablarnos hoy. Macra, mi querida esposa, tiene Alzheimer, declarado desde hace, ya, cuatro años. Actualmente no me reconoce y mi reto es enamorarme de ella cada día y a su vez hacer que ella se enamoré de mi. Tras cuarenta y nueve años de matrimonio, nunca pensé que llegaría a ser tan feliz, ni que ella lo fuera a serlo tanto como lo es, ahora, cada día. Ustedes, hablan y hablan, de sus males sin importarles nada lo que les sucede a los demás. ustedes anteponen el yo a todo. No hay mas que oírles. Todos empiezan a hablar con la palabra Yo en la boca y en primar lugar. Yo creo ….., yo digo ……… . Aplíquense en atender el mal de los demás por encima del suyo propio. Ustedes no tienen una enfermedad, ustedes están enfermos pero no lo saben, ustedes están enfermos por ausencia de amor. Cuídense.
PD: Esta historia es absolutamente irreal, igual que tampoco he visto hoy, otra vez, a Adalberto, y lo que cuento solo existe en mi imaginación o quizás no, no lo sé, en cualquier caso es una historia que a Macra y a muchas personas que sufren la misma enfermedad que ella, les gustaría que fuese contada. Esta historia la repito más de una vez, lo sé … pero creo que vale la pena hacerlo.
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Sí, vale la pena.
ResponderEliminarCuantas personas quisieran ser como Macra...
Es cierto, Tracy, una vida y una actitud, la de los dos, temible y admirable, cada uno en lo suyo.
EliminarEl amor y su fuerza........................
ResponderEliminareso creo, amigo Antonio ... el amor ... ese desconocido
EliminarPues yo creo...Jajajaja....En serio, cuanta humanidad, y cuanta ternura y sensatez, se pueden leer en las casas de Enrique, tus cosas Enrique..
ResponderEliminar¿Seran reales ? ¿Seran ficticias? que mas da'...
Un abrazo Enrique
Es como todo lo que he procurado hacer en mi vida y no siempre lo he conseguido, mcf, solo me acuerdo de las buenas y después, cuando quiero relatarlas, las adapto a mi escenario ... a veces, incluso son la misma realidad, como la belleza, solo la ve quien la sabe interpretar de cualquier manera ... a su manera.
EliminarPues yo creo...Jajajaja....En serio, cuanta humanidad, y cuanta ternura y sensatez, se pueden leer en las casas de Enrique, tus cosas Enrique..
ResponderEliminar¿Seran reales ? ¿Seran ficticias? que mas da'...
Un abrazo Enrique
Es como todo lo que he procurado hacer en mi vida y no siempre lo he conseguido, mcf, solo me acuerdo de las buenas y después, cuando quiero relatarlas, las adapto a mi escenario ... a veces, incluso son la misma realidad, como la belleza, solo la ve quien la sabe interpretar de cualquier manera ... a su manera.
EliminarUn abrazo, mcf