13 abril 2015 – 2010
Año tras año, recuerdo que Él se hacía las mismas preguntas que yo voy haciéndome ahora …
Bueno, a mí, en esos días de maestro del ladrillo retirado, refunfuñante y exquisito, me falta salir a la calle a pegar tiros, (es un decir), y de momento no tengo ni armas, ni ganas de hacerlo. Pero tienes razón aquí tenemos que hacer algo, aunque no se me ocurre. Yo, de momento estoy con mi guerra para el inútil control y buen uso de los aparcamientos de minusválidos; dando clases magistrales de lo que sea a mis veteranos de la intelectualidad y de la moral imposible; luchando no sé con quien, para que los profesionales válidos, (como tú, por ejemplo), que por su cualificación y experiencia, retirados a sus escasos cincuenta y pocos, sean restituidos en los lugares que esta sociedad necesita que estén y para que aquellos políticos y caciques del poder empresarial, que no tienen ganas más que de fumarse al contrario en lugar de sumar fuerzas, se los trague el olvido y la crisis, claro.
También me he apuntado, de modo virtual, a un grito callejero de mis tiempos: BASTA DE TANTA MEDIOCRIDAD EN EL MUNDO DIRECTIVO EMPRESARIAL. (Tengo razones y experiencias suficientes para desearlo y para apuntarme a ello, tantas como el de 22, 22 y 22).
También me he apuntado al “tetas fuera” cuando gane la liga el R.C.D Espanyol y de momento el cura de mi barrio me ha aplaudido la idea porque piensa que eso cuando pase ya estaremos todos calvos y las almas en el purgatorio, pero mientras tanto piensa que mantendré la fe.
Bueno, bromas aparte, la sensación que tengo, cada vez más, es la misma que tenía el personaje de Sallinger haciendo de "guardián en el centeno". Es, en otro escenario más cotidiano y mas trivial, como cuando te levantas a apagar la luz de los lavabos de la Seguridad Social cuando nadie los usa o cuando te acercas a una obra, en la que no te conocen de nada, a decirle al encargado que tiene la luz de la grúa encendida o a recriminarle a un niño de corta edad, sin que te vea su padre, que los papeles de las gominolas se tiran a las papeleras. Cuando haces eso, te das cuenta que todo el mundo te mira como si te hubieras vuelto loco o gilipolla. Lo peor, incluso lo más probable, es pensar que eso sea cierto.
Dicen que los sentimientos tienden a helar el alma con el paso de los años, pero, ciertamente, esa es una apreciación que según se nos produzca o no, nos distingue a todos. A mi me sucede algo extraño: Unos días creo que sí y otros creo que no. Puestos ambos en la balanza de la verdad estimada, creo que, hoy por hoy, quizás, ganen los que … no lo sé.
Para mi las LOLAS adentro...
ResponderEliminartienen que ser muy bellas
como cuando tenes quince
paraditas y pequeñas
con los años se transforman
se caen amamantando y para ponerlas para arriba necesita silicoliarnas
Las tetas para afuera solo para las jovenes
las viejas sin cirujia
es mejor que no las muestren
Besitos van volando
Con tetas o sin lolas, querida Mucha, seguiré sintiéndome cómo el personaje de Sallinger. Hay varias maneras de sentir ... quizás me opere de algo
EliminarCon tetas o sin lolas, querida Mucha, seguiré sintiéndome cómo el personaje de Sallinger. Hay varias maneras de sentir ... quizás me opere de algo
EliminarJajajajja. me estoy riendo, por que parece que lo he escrito yo, si no fuera por que tu lo haces mejor. Asi que no comento nada, solo, que lo suscribo todo, aprovechando que pasaba por aqui intencionadamente claro....
ResponderEliminarSaludos Enrique
Me lo tomaré como un halago, mcf ... gracias y más aún por pasar y "hablar" ...
EliminarUn abrazo.