Los desayunos a las 8 … Podemos, las gafas de Leonor y la niña de la panadera

café montmartre de santiago rusiñol

12  junio 2015

Pepe, el sindicalista hasta la muerte, (como dicen los toreros de lo suyo), anda preocupado pues sus reuniones en el Sindicato en las que él se erige como el símbolo arqueológico de la agrupación local, porque se ha quedado sin público … “Esto es una mierda, Enrique, ya nadie cree en nosotros, los afiliados no pagan y solo aguantan los liberados, y lo peor es que los nuevos de Podemos están por crear sus propias estructuras … dicen que somos unos vividores y que de sumarse a nosotros nada de nada, maldita regeneración dlc”. …

Leonor se mantiene firme a sus ideales y a su modelo educativo y nos suelta sin que venga a cuento, taza de café en mano y sus gafas a media nariz … “Los Padres de hoy están equivocados, han de educar a sus hijos como son, no como ellos habían soñado que fueran”. …

Antoine, bastante sobrio a pesar de ser casi las nueve de la mañana, busca alguna madame a la que lanzarle alguna gracia y hoy le ha tocado a la niña de la panadera que, como está en primero de derecho desde hace tres y tiene unas cosas que la hacen muy llamativa, resulta que es una perla que no encuentra su concha o un bolsillo agradecido que la enjoye y por tanto se queda en carne de barra de discoteca o de dependienta de lo que sea con tal de sacar para sus gastos, su spa, su teléfono y la gasolina de su mini negro que la hace tremendamente atractiva a los ojos de los chicos viceversa. Pero Antoine se ha pasado y le ha dicho algo malsonante refiriéndose a sus cosas delanteras y a su ajustado pantalón con lo que insinuaba un nosequé que ha puesto al francés a 100, (muy cachondo y graciosillo), por lo que la niña le ha contestado algo aún peor y que, si no fuera por solidaridad, creería que hasta se lo merecería … “Pero tú de que vas, viejo desdentado, búscate una vieja y desahógate con ella o te pondrás amarillo de tanta crema que dices tener”. …

Los desayunos de nuestro Ateneo son lo que son y yo, intentando hacerme el culto y sensato, (me encanta hacerme pasar por eso ya que tras toda una vida hablando con el idioma de las obras me parece que cualquier palabra culta es una novedad y un lujo para echarse a mi cuerpo), se me ha ocurrido regalarles una de los célebres consejos que dio D. Quijote a Sancho al ir éste a gobernar su ínsula:

Mira, Sancho, si tomas por medio a la virtud y te precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué tener envidia a los que los tienen príncipes y señores; porque la sangre se hereda, y la virtud se aquista, y la virtud vale por sí sola lo que la sangre no vale.

La intención era buena, claro, pero no os cuento lo que me han dicho … otro día.

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