12 julio 2015
Y hoy, sí, hoy voy a contar la segunda parte de Se armó el follón, se enteró Adrianne y lo dejó plantado (I)
Hacía años, muchos años, que no veía a Pedro. Me marché a Canarias en el 85 durante unos años y le perdí la pista, luego lo vi un día en Valencia, en el 96, que vino a pasar una tarde conmigo y a contarme sus cosas a la vez que quería que lo colocara en alguna empresa de construcción de la zona. Entonces salía con un xiqueta de Picasent y … siempre más de lo mismo. Lo coloqué en una empresa amiga, le di dos consejos y veinte mil pelas para que saliese del apuro y hasta hoy. Ahora Pedro está prejubilado, sin un duro y se ha mantenido haciendo chapús en casas de vecinos. Vive en El Campello y ya no le dejan ver a sus nietos porque les contaron que su abuelo murió de un accidente de obra.
Adrianne, la exmujer de Pedro, como buena francesa, lo lleva muy bien, vive con un acaudalado bancario de buena familia y es feliz y eso a Pedro le mata: “Enrique, los veo tan bien, tan juntos, se quieren y ella es muy feliz, qué pena, ahora me doy cuenta de lo mucho que perdí y que, coño, yo podría ser él” – La frase no es literal porque el verbo de Pedro es ya un poco gangoso por culpa de que su hígado, y su cerebro, está como el de un viejo cantante de rock. A sus 71, vive con una joven chica de Bolivia que es un encanto, 44 años, y llevan en marcha una especie de convenio; Él la mantiene, cama y comida y ella le hace la casa, la compra, la comida y alguna cosa más que no me ha querido contar. Los tres coñacs con hielo, que siempre ha tomado, hoy, le han devuelto al pasado y a mi también, pero me ha llevado a un pasado del que ya empiezo a estar un poco harto, no, muy harto de tanta vida rota y de tanto estúpido que lo único que han sabido hacer en su vida es tirarla siempre por la borda y nunca, nunca, han atendido a los consejos de los demás. Dicen que, muchas veces, cada cual tiene la vida que se ha buscado y que no conviene sufrir más por ellos, si claro, eso es cierto, pero verlos así es algo que me da mucha pena y mucha rabia.
No sé, quizás el mensaje que siempre doy a quien me quiera escuchar, es que debe ir con mucho cuidado con las cosas de la fidelidad y de la vida en pareja, la tentación siempre vive cerca y un resbalón puede sacudirle el seso a cualquiera, pero si se pierde porque el amor se acaba, pues bien, pero si se acaba o se pierde por culpa de la propia estupidez, eso es de tontos, de muy tontos.
enriquetarragófreixes
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarRECOMENZAR12 de julio de 2015, 16:27
ResponderEliminarIntenso tu escrito con muchas verdades aunque nunca me ha pasado
Gracias a dios. y a los santos!!!!jajaja
La foto del hombre con las arrugas marcadas donde esta alli las magias que algun dia vivió.
Trato querido
de estar en el momento
Cada dia que pasa tenemos menos tiempo para vivir
Y cuando mi cerebro va al pasado lo escribo sensualmente y despues de esto con un orgasmo en mi mente me voy a dormir.
Me encantan tus ultimos y largos textos
Un beso pero que no se entere ella ya que se pondrá celosa
Tarde, pero devuelvo el beso.
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