Me di con la esquina de la cama en la tibia favorita al levantarme a oscuras, lo cual hago para no molestar; dejé el espejo del baño hecho unos zorros solo con lavarme los dientes, con la consiguiente repulsa del amor y único, de mi vida; se me cayó la tostada al suelo del lado previsible; al dejar el mando a distancia de la puerta del garaje en la bandeja del coche se cayó por esa increíblemente inaccesible rendija entre asiento y freno de mano; salgo del coche y se me cae la llave de los trasteros en el único desagüe con rejilla de fundición de todo el barrio; al ir a pagar en esa verdulería nueva que todo el mundo me había recomendado, sin exagerar, desde que era chico, carro a tope, me doy cuenta que me he dejado la cartera en casa, pero rezando para que no sea que la haya perdido por el camino; ... pero ... ; llego al coche y encuentro la cartera en el suelo; la chica de la verdulería, guapísima y eficaz como nadie, me había guardado las bolsas; el chico de la limpieza de la empresa municipal, que había visto mi mala suerte, me estaba esperando para darme la llave de los trasteros; muevo el asiento del coche hacia atrás y, oh, milagro, el mando del garaje y dos monedas de un euro estaban a mi alcance; llego a casa y mi niña tenía preparada una tostada en su plato - y del lado bueno - para mi; el espejo del baño estaba niquelado ... así que decidí ver si en la tibia había algún morado, no sea que todo hubiera sido un mal sueño o solo un sueño de verano, como si el Dúo Dinámico o Los Mustangs aún estuvieran mandando en el Hit Parade de mi renovada y anciana era juvenil, pero no ... el morado estaba allí ... digno y altivo ... como debe ser ...
Descubrí a mi edad y en un día cualquiera de un agosto cualquiera, que las cosas son como son y que las rachas que ofrece la suerte son como las del viento ... unas veces van y otras vienen ... pero, especialmente, lo que más me preocupó, y sin que tenga nada que ver con todo lo sucedido, es oír lo que le dijo una amiga de Leonor, (la más guapa y astuta octogenaria de mi Ateneo), a uno de los presentes cuando se refería a los malos sueños sin nombrarme a mi para nada ... "Eso os pasa por invitar a un oso a desayunar en vuestra mesa, nunca debierais mezclaros con ellos, son muy brutos" ... luego descubrí, en mi descargo, que se refería a un expolítico con cargo relevante en el PP valenciano que ahora apenas mostraba su pelo en pecho cuando otrora nos contaba sus alegrías sexuales, ni sus éxitos comerciales vendiendo mágicas suturas medicinales y hospitalarias en los hospitales públicos gobernados por su PPartido ... "Ahora mandan otros y está fotut*". Me quedé más tranquilo sabiendo que la cosa no iba conmigo ¿Eso consuela, verdad? ¿O da lo mismo? ... que va, lo importante será seguir estando para contarlo ... ese es mi objetivo ... solo vivir ... y lo mejor, repito, contarlo.
*Fotut: Coloquialmente - Jodido, en Valenciano
Pero bueno Enrique, invitaste o no al Oso, me quedo con la duda, porque todo eso que te pasa podría ser un Karma
ResponderEliminarTotalmente, mi animoso amigo Toni, eso así sería, un Karma, cualquier otra interpretación sería absolutamente necia.
EliminarUn abrazo, amigo-e.
Enrique, creemos, según te hemos dicho esta madrugada, que empiezas a enloquecer.
ResponderEliminarEl Barrio ... jajaja ... Luis y los otros.
Gracias, Barrio ... yo también os quiero
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