14 septiembre 2015
Me paré a escuchar, haciendo ver lo contrario – como que leía el periódico del día, café en mano – a esos sabios de la nada que de todo entienden aunque sean fontaneros hablando de como hacer pan, o médicos puesto a discutir sobre el cansancio del hormigón armado. Con la vulgaridad hecha voz, resbalaban aquellas herejías por las heridas siempre abiertas de mis experiencias sociales, cuando sentí el látigo de la apatía, de la desfachatez y hasta de la soberbia. Tuve que despertar, solo estaba soñando, pensé, pero dolía como si lo estuviera viviendo, tanto que hasta las entrañas parecían dolerme. ¿Por qué unos creen saber tanto y otros, sabiendo, lo dicen tan poco? Nunca se aprende la lección … Lo cierto es que, la vehemencia de la ignorancia duele y mucho … y eso no es un sueño.
Contrarrestando el fracaso emocional madrugador, os dejo con esta bella canción que solo los que tengan alguna cana recordarán.
tengo canas que me tiño jajaja
ResponderEliminarpero no recuerdo la cancion
me gustó tu escrito
Eres un ángel, amiga Mucha, ¿Cómo he podido tenerte ahí, sin verte, durante dos años?
EliminarUn abrazo vigente