viernes, 16 de octubre de 2015

Perderse, fundirse ... olvidarse




16 octubre 2015

Desafiar tu estabilidad; tragar saliva al verte en un sendero sin salida; notar que el sol se esconde sin saber si lo hace por no querer verte o porque alguien le ha dicho que tu sol terminó;  pensar que has sido muy atrevido y que volver será casi un imposible; da igual lo que pienses o que todo esté en tu contra, sigues subiendo por ese sendero sin final, sin importarte donde, ni como, acaba; estás rabioso, rabiando, porque ayer Julia, la inseparable amiga de Leonor, se quedó en un quirófano a la que la llevó el mal de males que se estableció en su útero desde a saber cuando y a saber por qué oscura mal interpretada decencia, Julia, nunca se dejó visitar por médico alguno para que lo pudiera haber descubierto a tiempo; andas y subes por ese camino por el que te has metido hoy desafiando a tu discapacidad y a tu alma ... rabioso, sí,  en este caso por la soberbia de la ignorancia y por esa falsa dignidad cultural que nos implantaron al nacer y que tanto mal ha hecho y sigue haciendo, entre mis colegas del antiguo Bachiller de los 50. 

Ni tanto, ni tan poco ... a mi me hubiera gustado nacer en el 2050 ... aunque no renuncie a haberlo hecho en el 49 ... sería como una doble vida, a eso me refiero. Adiós Julia, sentimiento Leonor, mi rabia es solo una forma de mostrar el sentir.



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