17
diciembre 2015
Tienes que andar despacio para no caerte y tienes que usar cachava para que ese pie izquierdo que se descuelga pues el tensor se ha ido a mejor vida y con ello no acabes dándole puntadas a las losas del pavimento con resalte; te miras al espejo y te das cuenta que esa cabellera blanca, antes negra y abundante, ahora empieza a clarear dejando ver esa piel brillante que tan escondida has llevado siempre; no sabes muy bien por qué, pero tienes la nariz, las orejas y las cejas, llena de larguísimos pelos que buscan la notoriedad sin remedio pareciéndote, cada vez más, a uno de esos viejos personajes de los cuentos de Dickens; sabes que ya no puedes levantarte de la silla sin ayudarte de las manos y que no quieres hacerle ni puñetero caso a tu querida Rehabilitadora cuando te dice - como le dice a todo el mundo - que debieras perder veinte kilos, al menos; notas que la política empieza a parecerte una aburrida parodia de las del cine de los cuarenta y que ya no te interesa; te empieza a dar miedo confundirte entre la multitud pues ya te parece ver avalanchas en cualquier lado y lo de subirte al autobús te parece lo mismo que subirte a un tiovivo infantil en marcha; sabes, sabes tantas y tantas cosas que ya pocas parecen ilusionarte ...
Pero todo eso no tiene importancia, lo que sí la tiene es saber que sigues en el camino y que no haces más que seguir lo que está establecido en esa campana de Gauss de la vitalidad donde el principio y el final de dicha gráfica es cero. Debes saber y sabes, que hay muchos objetivos que puedes conseguir y que aún ni te los has planteado, sabes ... sabes tantas cosas que puede que hasta se te olvide vivir, pero no es así, "no te rindas"; sabrás que lo de atrás existe y que aunque el cansancio hace mella en tu ánimo, también debes convencerte de que hoy, ahora, es el primer día, el primer momento, del resto de tu vida y que ella, (incluso tu propia vida), y todos los que te quieren, esperan mucho de ti.
Hola. ya lo dices tu. No podemos rendirnos y dejarnos llevar... tenemos que seguir ilusionándonos por los pequeños detalles de la vida y seguir siempre hacia adelante... seguimos en contacto
ResponderEliminarEso es, Marta ... el camino siempre nos espera ... y nos encuentra.
EliminarSaludos
La verdad que a estas alturas de la pelicula ya no me preocupo de nada en particular. Solo me da pena la cantidad de ignorancia a mi alrededor.
ResponderEliminarUn abrazo
Dices bien, efe ... lo mejor es sentarse en un banco frente al mar, feente al río om frente al viento ... y dejarse llevar. la realidad es muy aburrida, prefiero vivir con mi imaginación.
EliminarMientras haya caminante habrá camino. Y el caminante con todo un viaje a cuestas es, muy a menudo, el que puede contar las mejores historias.
ResponderEliminarAbrazos, Enrique.
Ya sabes, EmeM, me encanta pintar el escenario de todo lo que veo a base de juntar letras. Es la única forma de aprender a sentir todo lo que te rodea ... palpándolo.
EliminarFeliz noche