domingo, 27 de diciembre de 2015

Las verdades de lo que llevamos oculto


27 diciembre 2015

Pepe estaba pletórico. Él, que fue el mayor líder sindical del Valle del  Vinalopó en los 70, terror de empresarios y caciques, una vez despreciado por los suyos ... "Tío estás hecho un fósil" - le dicen los nuevos del Sindicato - ha decidido pasarse al PSOE y ya le han admitido como militante. El caso es que Pepe se está derechizando y eso no le gusta que se lo digan. Ha pasado de ser el Lobo Rojo de los 70, (también le llamaban el Silicona, pero eso no le gusta que se lo recuerden), a ser llamado, ahora, la Voz de la Regenerada Izquierda Progresista y está que se sale. Lo cierto es que necesitaba el PSPV un viejo muy rojo para darse un tono más infierno que el azul que les va saliendo a todos ellos detrás de las orejas, como es natural en todos aquellos que van adquiriendo poder ... y "cargo". 

Pero Pepe, en su verborrea entusiasta, ante esa especie de chute que uno sufre cuando se siente escuchado, se ha sentado finalmente a mi lado y se ha puesto a  contarme sus debilidades ... "Ay, Enrique, aquí me ves tan feliz en esa nueva cresta de la ola de la tercera era de mi vida, pero ya ves, treinta años después de que ella me dejara - y que no fue por otro, sino por otra -  cuando llegan estos terribles días del fin de año, sigo acordándome de ella, de la hija que tuvimos y del tiempo que vivimos tan felices, siempre en la lucha por los derechos de la clase obrera y por la libertad de los justos, de los que reclamaban pan, libertad y justicia cuando nadie era capaz de de hacerlo en los sesenta y setenta ...".    Conseguí tragarme las lágrimas pues el tono con el que Pepe me lo ha  contado no es fácil de llevar al teclado, pero aprendí algo, mucho, de lo que me había representado verle, cuando una linda niña de unos treinta y tantos, con ojos azules, pelo rubio, esbelta figura y muy vestida a lo vintage, apareció en la puerta del vetusto Ateneo y le dice ... "Pepe ¿Nos vamos ... nos esperan en casa de Mamá?" ... Pepe, mientras se levantaba para irse, me dio una palmada en el hombro que más me duele, por cierto, y como susurrándomelo, me dice ... "Esa es mi hija, Enrique".

Uno ve a un amigo o a cualquier persona en un determinado escenario, visible o imaginado, y no parece siempre imaginable acertar cual es su verdad por mucho que creas conocerlo. El ejercicio de vivir, solo vivir, por muy complicado o sencillo que parezca ... no siempre es imaginable cuanto lo es ... ni por qué ... eso es un admirable misterio al que me apunto como follower incondicional. 



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4 comentarios:

  1. Hola. es difícil acertar siempre en la imagen que nos hacemos de una determinada persona. La gente cambia pero los sentimientos permanecen. Seguimos en contacto

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    1. Ese retrato es solo una copia de otros muchos, Marta, dices bien, es difícil acertar. No obstante, siempre me maravilla ver el lado de las personas en el que muestran sus sentimientos … llegas a creer, incluso, que el mundo y su gente, son o pueden ser buenos … cuando quieran o quieren, serlo.
      Feliz tarde de este lunes último del año.

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  2. tan maravilloso el relato que me humedeció los ojos
    mil besos

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    1. Curioso es, Mucha, que a mi me pasa lo mismo cuando lo leo.
      Un abrazo muy fuerte, querida poetisa.

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