18 diciembre 2015
Esa cosa pasa cuando te quedas solo con tu música. El alma empuja los sentidos … afloran y lo hacen de forma maravillosa. Sentir … esa es la cosa.
Hoy ha sido la Gavina … esa vieja canción de nuestros sueños cuando estos eran nobles, posibles y sinceros. Cantada en catalán la he traducido yo mismo y os la dejo aquí. Un bello texto:
Oh, gaviota voladora,
que das vueltas cerca del mar,
y al paso del viento mar afuera
vas cercando hasta llegar
a la playa soleada,
playa de dulces recuerdos,
donde día y noche hace estancia
la muñeca de mis amores.
Cuando la veas sola
cerca del quieto oleaje,
dale mi beso
que le envío más ferviente.
Dile que siento
dulce melancolía,
y que pienso en ella
en todo momento.
Oh, si igual que tú, gaviota,
el mar pudiera yo atravesar,
hasta llegar a la playa
donde tanto dulce es recordar,
y ver la imagen morena
con un suave despertar,
de la muñeca que entre sueños
es tan grato acariciar.
Cuando la veas sola
cerca la quieta oleada,
dale mi beso
que le envío más ferviente.
Dile que siento
dulce melancolía,
y que pienso en ella
Se huele la sal del Mediterráneo en esta canción.
ResponderEliminarPara mi, para nosotros, es una canción inolvidable, mimarzgz, de esas que sabes que cantarán en tu funeral.
EliminarUn abrazo, amigo
Es que los seres humanos somos bichos musicales, ¿no te parece? Yo últimamente he descubierto que escribo mejor (o al menos más rápido) mis entradas si escucho de fondo música con piano.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo, Holden, bueno, con alguna pequeña variante en cuando al instrumento, que también, pero como la música no hay nada para que la imaginación campe a sus anchas y nos haga escribir sin que nos demos cuenta.
EliminarFeliz noche