Fotografía de Eduard Baldrís
12 febrero 2016
Me mandaba mi Madre a comprar tres pesetas de hielo con un cubo, para la nevera. Benito, el del Bar Plus Ultramarinos de la Plaza del Hospital de Sant Pau, me decía: ¿Podrás con ello nano? ... y yo apretaba los dientes y arreaba hasta el tercer piso de Padre Claret, que era un cuarto por lo del Principal que es donde vivian antes los dueños de las fincas sin ascensor que eran todas. Alguna vez me mandaba a comprar carbón y las más a la tienda de Ultramarinos del Tutusaus, pero lo que de verdad me pirraba era ir a comprar legumbres cocidas y especialmente las "mongetes cuites", (judías cocidas). Las vendían en cucuruchos de papel y al aire, por lo que llegaban a la mitad con la correspondiente llamada de atención de Mamá que me hacía volver a por otra con una reprimenda que yo, con mi aguda y malvada niñez, aún y así notaba que se le escapaba la risa apenas volvía la cabeza ...
Pero lo que de verdad me maravillaba era ver pasar, aparcar, descargar y manipular esas preciosas botellas que llevaba ese hombre mágico del camión del Cacaolat ... era como si el mundo se parara, era pensar que el placer y el deseo por encontrarlo era posible, pensé que algún día yo podría ser tan mágico como ese hombre con bata gris y escudo en pecho ... pensé que algún día sería muy feliz haciendo algo que, como aquel hombre hacía, fuera importante para el mundo.
Hace poco hablaba de la libertad y del espacio infinito que ofrece ... hablaba de las gaviotas. Hoy, del futuro deseable, de los sueños y del esfuerzo para conseguirlos ... y yo, aún y a mi edad, en ello sigo. No hay edad ... solo hay vida.
... No soy de aquí, no te desnudes … por un loco
Enviado desde Samsung Galaxy S6 +
Qué tiempos tan nostálgicos.
ResponderEliminarVivimos para recordarlos y luego cuando ya no estemos, quizás nos recuerden a nosotros.
Bueno, Tracy, lo importante es no faltar nunca, todo un mérito, dices bien, hay muchas formas de estar, el recuerdo es una de ellas.
EliminarUn abrazo dulce Tracy.
Encomiable actitud la tuya. Perseguir sueños es el sentido de la vida, bueno eso y el amor.
ResponderEliminarBesos
Los sueños, siempre, los hay de dos tipos, los que ven el pasado y los que ven el futuro. A mi me gustan todos Celia, los de los dos tipos, unos días unos y otros días, otros. Lo importante es tenerlos siempre, querida amiga.
EliminarUn abrazo de "por fin es viernes"
No hay edad Enrique
ResponderEliminarla edad te la pones vos
tu mente puede seguir siendo joven
y si la vida no se te para ..
les sonreis
ya que se te para el alma de los recuerdos La mente es tan poderosa
Todo esta alli
Nosotros le metemos melancolia barata
a veces porque nos gusta sufrir
Hablo de mi compañero
de sueños
no de vos
Ahi ando reciclándome
Tu texto nos hace hablar.
Trato de
reciclarme lo mejor que puedo
y lo he podido hacer
te cuento tengo 15 algunas veces
en mis metidas de pata con el amor
que vivan los locos que viven el amor
Viva la locura querida Mucha, y que vivan esos locos que practican su estado añadiéndolo a su amor y a su momentánea y espontanea ceguera. Las vivencias ... la vida, no tiene edad, pero no seré yo el que niegue que ese interés desmedido que el ser humano muestra por ella, por la vida, es inversamente proporcional al tiempo que le queda para podérselo agradecer ... lo dicho: locos, ciegos y enamorados ... pero con una enormes ganas de vivir, más que nunca, querida poetisa.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Me encanta la imagen que nos presentas, Enrique. Ese señor con su cargamento mágico... los niños si que saben lo que es de verdad importante...
ResponderEliminarTú sigues siendo un poco niño :)
Buenas noches mi querido amigo.
Sí, amiga Eme, un niño mayor que le encanta volver a creer en sus orígenes. Mágicas ilusiones, bellos recuerdos y un bello recorrido por una vida plena ... me encanta recrearme en cada una de sus escenas cuando aparecen en mi memoria.
EliminarFeliz tarde, amiga.
Guau, me hiciste recordar aquel tiempo en que yo también iba, con un cubo, a por hielo o carbón...
ResponderEliminarEntonces me impresionaba lo rapidisimamente que se producía la fabricación de las barras de hielo, y la inmensa suciedad (polvo negro) que había en la carbonería...
Un abrazo, amigo
Se nos hace imposible creer que eso pudiera ser factible en nuestro acomodado mundo de hoy, pero aún se me hace dificil explicárselo a mis nietos, pero aún más, mucho más, que se lo crean, Ildefonso. Incluso mi hijo, cuando lo cuento, piensa que exagero.
EliminarYa ves ... será así, pero siendo así, así somos, aún.
Un abrazo de sábado