13 febrero 2016
Enfadada, reacia a iniciar conversación alguna, malhumorada ... apenas fijaba la mirada en nada que sucediera a su alrededor, era la bella Elisa de siempre pero totalmente ausente ...
- ¿Qué te pasa Elisa? ... Elisa ¿Me oyes?
- Ah, perdona Enrique, estaba con mis cosas
- ¿Y?
- Quizás sea lo de siempre, o quizás solo sea mi propio yo el que me está ahogando
- Ánimo, no hay por qué estar triste Elisa, nada vale tanto para que sea capaz de quitarte la sonrisa ¿Verdad?
- Mira, Enrique, no me siento querida, ni apoyada ... ni comprendida. Mis amigos no me escuchan, ni me entienden, solo saben hablar de sus problemas; mi marido siempre está de viaje profesional y apenas me llama una vez al día para decirme que está agotado y que seguramente no volverá hasta el lunes y que luego siempre es el martes o el miércoles; mi hijo y mi nieto me necesitan mucho ... para que recoja del colegio al niño a las cuatro y media y lo lleve a clase de música o de natación, hasta las seis ... pero el fin de semana se van los dos a ver a la madre del niñito que vive con un acaudalado señor del azulejo en Castellón y donde mi hijo ha comprado un apartamentito cerca del mar para que las visitas compartidas les den el mínimo trasiego a ambos. Para mayor INRI, a mis cincuenta y ocho me han dicho en la oficina que deben hacer reestructuración de plantilla antes de que gobierne el Partido Socialista y sus posibles socios y con ello deroguen la Ley del PP que permitía y permite, aún, presentar cualquier ERE a la mínima pérdida que ofrezca el negocio ... han pensado en mi los muy hijos de su madre. ¿Tú crees que tengo motivos para estar alegre?
Y yo puse la mano en el hombro de Elisa, le sonreí, le di dos besos en señal de despedida y me fui a mi rincón a recapacitar sobre la realidad de la vida, sobre la posibilidad de ser feliz y cuando una y otra cosa se convierten en posibles dependiendo de quien, no sabiendo el cómo y mucho menos el por qué se ceba en unos y no en otros y si en ello tiene que ver algo la actitud de cada uno. Un misterio que aún hoy a mis casi sesenta y siete, no he comprendido, ni he adivinado jamás.
Yo creo, Enrique, que en tiempos pasados puede que tuviéramos un poco más la felicidad en manos nuestras, de nuestra actitud, hasta cierto punto, pero hoy día nos han arrebatado hasta ese derecho, a unos más que a otros. Nos han robado la paz.
ResponderEliminarBesos
Creo que tienes razón, Celia, creo que Elisa, también ... y yo me quedo ahí, escuchando, sufriendo ... sin saber que hacer cuando hay tanto para eso, para hacer y mucho más para deshacer. ¿Es éste el mundo que nos propusimos crear?
EliminarUn abrazo, Celia.
La vida no para de dar disgustos, por una cosa o por otras. Y faltaba el jefe, siempre dando noticias preocupantes.
ResponderEliminarFeliz dia de enamorados, buena salud amigo Enrique.
Gracias, mcf,. Eso del Jefe y sus malas noticias, una desgracia muy repetida, desgraciadamente una plaga.
EliminarUn abrazo.
La vida no para de dar disgustos, por una cosa o por otras. Y faltaba el jefe, siempre dando noticias preocupantes.
ResponderEliminarFeliz dia de enamorados, buena salud amigo Enrique.
Gracias, mcf,. Eso del Jefe y sus malas noticias, una desgracia muy repetida, desgraciadamente una plaga.
EliminarUn abrazo.
Pienso como Celia, hoy en día nuestro bienestar depende de demasiadas cosas y personas ajenas a nosotros. Incluso para las cuales apenas existimos....
ResponderEliminarFeliz San Valentín, amigo.
Si, yo también, Eme, veo mucho dolor por donde voy, sí, bien y mal llevado ... y a mi se mae parte el alma al verlo, al sentirlo ... sin que nada pueda hacer ... o muy poco. La estupidez humana impide que seamos felices, era tras era, lugar a lugar, esquina a esquina ...
EliminarUn abrazo, amiga.
Hola. Elisa refleja el sentir y parecer de muchos de nuestro entorno que aunque quieran no pueden sonreir porque recibe 'palos' por todas partes. Una pena pero es la realidad que nos ha tocado vivir y parece que no hay esperanza. Seguimos en contacto
ResponderEliminarAy, Marta, tienes razón, pero me duele ... mucho y no lo entiendo ... o no lo puedo entender.
EliminarUn abrazo