jueves, 24 de marzo de 2016

Muchos consejos, pocos ejemplos - Por la igualdad: "Picha, Olé tu coño"



Lavarse las manos y orinar ... todo a la vez

24 marzo 2016


“Todo el mundo me dice que tengo que hacer ejercicio. Que es bueno para mi salud. Pero nunca he escuchado a nadie que le diga a un deportista: Tienes que leer”. Eso no lo he pensado yo solito, eso lo dijo José Saramago hace ya algún tiempo y yo, lógicamente, me apunto a su contenido como el mismo autor de la frase, o más.

Estoy/estamos, seguramente, hasta el gorro de que todo el día y todo el tiempo alguien nos diga lo que tenemos que hacer. Los curas dicen que masturbarse es pecado y que la pederastia es la vocación del diablo. Los médicos se agolpan en las puertas de los Hospitales para fumar y los coches de las Patrullas de la Policia Local aparcan encima de la acera para ir a sacar dinero del Banco. Mi Jefe me echaba la bronca por comer en los mismos restaurantes que él y mi vecina decía que la escalera estaba sucia mientras comía pipas en las reuniones de la CP, dejando el salón echo una verdadera piara.

Veréis que todos los consejos que nos dan son sabios, luego ves que te pasas la vida estudiando una carrera para que un patán desprestigie a todo el colectivo colocando un lavabo al lado de un mingitorio mural. Hasta ese vecino que siempre me tira las colillas en mi plaza de garaje por estar al lado de la puerta del ascensor, hasta ése me dice que el ascensor está lleno de rallajos, todos, absolutamente todos, te dan consejos, pero nadie se aplica la lección y en el fondo lo que les da placer es decirlo para luego hacer lo que diga lo que lleva dentro de los calzoncillos, por ejemplo, o como dice el Gran Wyoming, aplaudirles cuando terminan sus recomendaciones con un generoso: “Ole tu coño

Pero cuando se me rebota el alma y los sentidos crujen sin que yo me de cuenta, ni puedo impedirlo, es cuando los Políticos hablan de apretarse el cinturón y de aumentar la productividad. Entonces algo mas fuerte que mi propia Religión me dice que esto va a estallar ¿Pero como se entiende lo de apretarse el cinturón si ves a la gente que va como zombis por las calles, de tienda en tienda, toda la mañana y no llevan una sola bolsa en el bus de regreso a casa? Parados, buscadores de petróleo o funcionarios comprando el pan, esto es lo que inunda nuestras calles, por favor, un día, un solo día, salgan a la calle, lo que cuento no es una broma.

Como decía mi Santa Madre, menos mal que siempre nos queda el Cristo de Lepanto, gesto que yo, estando tan lejos, he cambiado el de Lepanto por el de La Buena Muerte que, como sabéis, está entrando a la derecha, en San Nicolás.

Me despido con un necesario complemento en favor de la igualdad: “Picha, Olé tu coño





10 comentarios:

  1. Un texto rico en palabras
    en cordura de un tiempo
    el tuyo y el de tu alma

    Hago ejercico caminando a diario
    como espinaca
    con tomates
    me cuido bastante
    Calidad de proteina enta en mi boca a diaio
    Te leo y eso es suficiente
    Soy perfecta

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    1. Ahora comprendo tu belleza, querida Mucha, llevas una vida absolutamente naturista.
      Un abrazo amiga y gracias por estar ahí.

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  2. La incoherencia del ser humano es manifiesta, no hace falta ni leer los libros de historia, (que son casi las Crónicas de la Incoherencia), solo con salir a la puerta de tu casa te la encuentras. Tú nos has puesto unos cuantos buenos ejemplos de ello.
    Por eso no podemos evitar que quienes nos (des)gobiernan sean de otra pasta. Son los mismos que nosotros, solo que con más ambición y más indiferencia, con más desprecio por el prójimo y un 100% más de sentimientos de superioridad sobre el resto.
    Y nosotros, los que quedamos, somos los que les votamos y les ponemos en el sitio que sueñan y del que luego no quieren apearse ni aunque lluevan piedras. Porque ahí arriba, donde están ellos, no hace falta apretarse nada, que están muy holgados y van a "calzón quitado".
    A mi también me sublevan amigo Enrique, no te haces una idea de hasta que punto y hasta que asco...
    Habrá que tomarse unas torrijas (veganas en mi caso, con leche vegetal y sin huevo), que en el fondo es lo que toca en esta época. Eso y procurar relajarse :)
    Muchos besos mi querido amigo.

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    1. La incoherencia del ser humano es tan cierta como cuentas, amiga Eme. Sé que no sirve de nada quejarse y especialmente cuando lo haces hacia arriba, pero lo cierto es que, a modo de pataleo y como dice un buen amigo malagueño, cuando lo haces "te quedas más a gusto que un marrano en un charco".
      Te haré caso, amiga Eme, me buscaré esa torrija vegana don las haya y me haré un sueño para convivir con ella, con mi vida y con lo que queda de ella.
      Un abrazo muy fuerte.

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  3. Menudos son ellos para hablar de pederastas, el raso se les sube a la parra cuando ven a un niño, puercos degenerados.
    Tengo una amiga funcionaria que no hay mañana que cumpla entera, al banco, al dentista, a la modista, al pediatra, a por pan, al veterinario, o a rascarse las narices, todo menos trabajar.
    Es más, en este país, es mal mirado aquél que cumple con su trabajo.

    El del aseo es genial, a lo mejor es una buena idea porque hay de guarros que salen sin asearse las manos, pero sí que se pasan las manos por el pelo para que queden bien guapos al salir.

    Eso, unas torrijas, pero para mí con todo, leche, huevo y mucho azúcar con canela, Hhhhhmmmmm.

    Un abrazo, Enrique. Iba leyendo y poniéndome colorada de impotencia.

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    1. Veo que te pasa como a mi, Censura ... te enciendes cuando hablamos de ellos, de todos ellos. mi médico me dijo, primero, que dejara de trabajar por mi HTA y alguna "pequeña cosa más", ahora me dice que no lea el periódico.
      Seguiré con las torrijas y mojándome los pies, pantalón doblado tipo pescador y pecador ... y a esperar.
      Un abrazo, amiga

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  4. Hola. lo de aumentar la productividad y apretarse el cinturón es ya el pan nuestro de cada día... lo triste es que siempre les afecta a los mismos... a esos que tu tan bien reflejas en tu crónica: a los que salen de tiendas y regresan sin bolsas y a los que van a comprar el pan... paciencia. Seguimos en contacto

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    1. Paciencia infinita, admirada Marta. Solo ha sido un desahogo ... un pecado venial, espero que "Ellos" no lo lean.
      Un abrazo y feliz SS

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  5. Me lo dices o me lo cuentas, Enrique? Son unos desvergonzados, yo si me lo aprieto más salgo volando y no vuelvo. Que se lo apriten los pichas esos, coño.
    Besos

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    1. Ahí estamos, Celia ... nada de apretarse el cinturón y mucho menos de enfadarse por ellos.
      Un abrazo, amiga.

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