Qué hacer con mi vida?

24 octubre 2016

Pedrete, que así se llama uno de los Huertanos más golfos de la noche murciana en su versión más popular y agreste, me contaba esta madrugada, de puñales cafeteros al estilo puchero, que su vida es una verdadera y aparente mierda … o no ¿Verdad?. Su padre murió hace ya treinta años y lo hizo con una azada en la mano  ... 

"Y yo, Enrique, no soy de morir así. Le he dado estudios a mis hijos y ahora se avergüenzan de mi ... y no me ven más que aquí, en la casa de La Huerta, donde me mantienen aislado de todas sus amistades. Viudo y con una paga de miseria, pues no coticé nunca a la SS, vivo como mejor puedo - (para no llevarme nada  a la tumba) - de unos terrenos que vendí en la Playa de Mazarrón y que fue, junto a la casa de La Huerta, la única herencia que recibí de mis padres. Los amigos del Ateneo son mi única relación con el mundo real pues la huerta la tengo abandonada y nadie la quiere en arriendo alguno y yo ... yo me voy siempre que puedo de putiferio con mi Mercedes 300 del 99 que le compré al marido de una de las chicas del laboratorio de tomate frito de Molina con la que salí y entré - (se ríe grotescamente mientras muestra una hermosa dentadura postiza que le habrá costado un pastizal) - y que, eso, mis niñas de la razón sexual pérdida y sus increíbles prácticas sexuales, son todo mi mundo sexual desde que enviudé en el 98. Soy tremendamente feliz, a ratos, y muy vulgar, lo sé, Enrique, pero también muy desdichado en otros más largos y penosos espacios de mi tiempo libre que es casi todo. Lo curioso  - y no te rías, amigo Enrique, qué tú eres muy cabrón para eso, (sic) - es que en mis largas noches de falsos amoríos en oscuros y poco decoroso lugares, con quien más comulgo en vocación de armónica y desdichada verborrea a pie de barra, es con muchachos cuarentones  ... ¿Qué coño les pasará a estos chicos de hoy para que tengan que acudir aquí, a los putiferios, a contarle su vida a cuatro bellas descarriadas para ser felices, cuando la praxis sexual es hoy más facilona que nunca en cualquier lugar y con cualquier bella ... o bello, que pretendas, a la más mínima insinuación? Me pregunto, entonces, amigo Enrique  ¿Qué hacer con mi vida si siempre he sido feliz con solo querer serlo?  ¿Por qué cambiar lo que tengo si lo que quisiera nunca supe lo que era y lo que tengo me parece el mismo cielo?".

Acudir a La Huerta más ancestral y para nada poco ejemplarizante, no es un asunto baladí, es, siempre, una lección de vida, de como tomársela, de como arrepentirse de nada y de como se debe comulgar en ayunas sin contarle al ego que tu vida  no es la mejor, ni la peor que nadie haya podido vivir jamás ... es solo tu vida ... la única que tienes, tu mejor vida. 

Gracias Pedrete  ... gracias por enseñarme a seguir viviendo, por hacerme saber que vivir no es cualquier cosa ... incluso en cualquier condición por muy poco convencional y agreste que parezca.

Enviado desde S6+Edge

enriquetarragófreixes