Imagen: Madrid antiguo
Antes ... ay, antes para todo había que luchar para conseguirlo
30 noviembre 2016
Entraba en Misa de ocho menos cuarto pues hoy adelantaron la de las ocho pues había un funeral a las ocho y media de un funesto ricachón que a sus 91 murió en una cama de masajes en El Campello donde dos estupendas masajistas del Perú le arreglaban el cuerpo, pero que su viuda y sus ricachones descendientes, dijeron que fue por mojarse los pies en la orilla del mar mientras rezaba un rosario, como corresponde a la clásica doble moral de la élite cristianísima.
Mi entrada en la Misa del día fue lastimosamente sonora, tropecé con el banco bajo de las rodillas y me pegué un trastazo de aúpa. Mi querido Párroco me miró y noté que se estaba partiendo el culo por dentro y él notaría enseguida que yo le dije, también por dentro, LMQTP Párroco de mis entretelas, porque al instante hizo cara de no haber ido de vientre en una semana.
La cosa continuó cuando la viuda del rico cachondón que mataron las peruanas del amor, quiso venir - como fiel devota de cristo rey - a la misa previa al funeral acompañada de todo su séquito herencial. La niña, (la viuda tendría unos sesenta y tantos y que estaba de un ver exagerado), lloraba desconsolada y de un modo muy a lo película de navidad, (muy elegante y pañuelo en mano), tanto lo hacía que mi pícaro amigo el Párroco le dedicó unas palabras y le ofreció el micro para que nos mostrará su dolor con unas lágrimas sonoras, buscando, seguramente, un nuevo sponsor para el equipo de balonmano de la Parroquia y de su extraordinario centro cultural. La viuda, vestida de un negro riguroso, (aunque dentro de un muy apretado vestido y taconazos del 7), aceptó el reto y tras unas lindas palabras escritas en un arrugado papel rosa que sacó de su Louis Vuitton, sobre un bello poema de Neruda, terminó su discurso, - una vez leído el bello poema que llevaba en su "Pink paper" - y queriendo dar con ello luz al mundo convenido y letal de la hipocresía religiosa más cruel, lo hizo con un ... "Él, mi marido, siempre fui feliz, lo dio todo por sus empleados y por todo aquél que se lo pidió, pero la vida es cruel y él nunca se sintió recompensado como se mereció aunque, también, nunca se quejó por ello ... la vida de mi marido fue como fue y con él aún más, con él fue perversa y desagradecida .. " - y la bella viuda, muy sesentona de buen ver toda ella, se puso a llorar como viuda de élite que era y es ... y yo añadí en aparente silencio: " ... y cachonda, como la de nadie, mira que irse a morir en una cama de masajes perversos y pecaminosos".
Más tarde, a los Belmonte de media mañana, mi amigo el Párroco me ha dicho: "Enrique eres un ca...., se te ha oído la apostilla al discurso de la viuda ¿Sabes?"
El mundo es pura hipocresía, solo somos felices si hacemos todo lo posible para creérnoslo, lo demás ... lo demás no importa ¿Verdad?
PD: Ah, la imagen de arriba no tiene nada que ver con el tema de hoy, claro, pero es que el asunto que ofrece, (la imagen), me pirra. Disculpadme por ello.
PD: Ah, la imagen de arriba no tiene nada que ver con el tema de hoy, claro, pero es que el asunto que ofrece, (la imagen), me pirra. Disculpadme por ello.
Enviado desde S6+Edge
enriquetarragófreixes
A veces la hipocresia resulta beneficiosa para endulzar, aunque sea esterilmente, la vida
ResponderEliminarUn abrazo, amigo
Totalmente de acuerdo, amigo Ildefonso, a mi lo que me provoca ardor de estómago es la hipocresía de la moral.
EliminarUn abrazo muy fuerte
Que bien escribís- Me remonto con vos adonde estas deleitándome y haciéndome morir de risa a veces cuando tropezás con la vida o los bancos (son pequeñeces)...jaja!!!!!!!!!!!!! y te sigo esperando el final de tu historia increíblemente contada en un suspiro de tus palabras La vida es cachonda pero¿ sabes? para gente como nosotros que escribimos la pasamos mejor que el resto que se traga lo que no le gusta. Somos afortunados Cuando escribo me siento bien conmigo con vos y con las molestias de la edad que van llegando jajajaja
ResponderEliminarbesosssss
Es cierto, querida Mucha, somos afortunados, podemos escribir la vida que nos guste, sea cual fuere la otra. Tropezando con la vida es una forma de llevarla al lecho.
EliminarUn abrazo muy fuerte.
Jajaja, Enrique, te había perdido la pista...
ResponderEliminar¡Como me río con tus divertidos relatos! Divertidos y con mucha "miga"como se suele decir.
La hipocresía campa en nuestras sociedades a su anchas. Esa doble moral está a la orden del día. Y seguro que la viuda que estaba de buen ver, estaba de él hasta los mismísimos...
Gracias, querido, Enrique por tus magníficos relatos con esa chispa de buen humor que me hacen sonreír. Me alegra haberte reencontrado.
Abrazos
Gracias a ti admirada Maripaz ... yo no te he perdido la pista nunca, solo que siempre te tengo en el proximo proyecto a leer.
EliminarUn abrazo muy fuerte y gracias por darme ánimos.
Te diré algo que siempre me decía un amigo "virtudes públicas, vicios privados". Pues creo que hay mucha gente así. En fin arderán en el infierno, no?
ResponderEliminarPor otro lado yo soy la viuda y no explico nada. La gente es morbosa y no lo digo por este caso en concreto. Cuando se muere alguien que aprecias lo que menos deseas es tener que explicar a nadie como fue la cosa. Aunque en este caso tiene guasa.
En fin la doble moral creo que siempre ha existido... Yo no la practico porque me limito a juzgar mi vida, no la de los demás.
Un abrazo.