Fotografía de Helmut Newton
24 febrero 2017
Hoy, muy temprano, pensaba que nadie escribiría en ningún periódico, pensaba que no tendría que oír ninguna tertulia radiofónica de sabios que saben de esas cosas que se creen saber, pensaba que nadie me recordaría que un menor ha pegado a otro menor hasta mandarlo al hospital, pensaba que alguien me diría que en el Congreso habían aprobado una importante dotación económica para la investigación de enfermedades raras, pensaba ... solo pensaba, lo hice hasta que me di cuenta que ya estaba despierto. Pensé, ingenua e innecesariamente, que nunca podré callarme, aún en silencio, ni en sueños.
Seguramente, en mi sueño, tras una tarde, (la del tormentoso día anterior), de charlas escasamente coherentes, solo puestas en boca de quien le puede la vanidad y el esencial factor que genera la vehemencia de la ignorancia, pensaba en aquello que dijo Nietzsche: La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio. No sé por qué me callé, me pregunté, pero sí, hice bien, no siempre Nietzsche tiene razón, especialmente cuando hablas con alguien que aún se dedica a la neopolítica activa, (ascendida por lo de la paridad y por ser - al estilo Iglesias/Montero - la pareja de uno de los mandamases), entonces, cuando eso sucede, lo mejor es no escuchar, primero, y lo segundo, callar, lo demás es ... lo demás es perder el tiempo o darle la razón a Don Friedrich.
Con un hipócrita y discreto, "Me ha encantado tu charla", me eché en el estómago un bidón de veneno que no pude escupir, pero quedé bien, luchar contra ese tipo de vehemencia, a mi edad, no da más que problemas.
enriquetarragófreixes
A veces se dice más callando que hablando. Y más que nada...observando. Creo que tú no te callas ni debajo del agua, pero haces bien en moderarte, no siempre los filósofos llevan razón. Y luego te sube el azúcar, la tensión y alguna que otra cosa más. No merece la pena, te lo digo yo. Buenas y feliz noche de viernes.
ResponderEliminarGracias, amiga María paz, es cierto, con la edad me he moderado mucho, todo lo que no dependa de mi el que se pueda solucionar o que me impida el paso en el mejor y más claro sentido de lo virtual, no me interesa... ¿Me abré muerto y no lo sé? - Creo que no porque me duele la muñeca derecha, pero a veces me lo creo.
EliminarBromas aparte ... feliz fin de semana, amiga
Mejor oídos sordos, Enrique. Yo creo que en esto Nietzsche no tenía razón, bueno , puede que algunos silencios sean muy mal educados pero en general son más inteligentes.
ResponderEliminarBesos.
Totalmente de acuerdo, Celia, un atronador silencio, muchas veces, dice todo.
EliminarFeliz fin de semana y feliz paseo por ese precioso paseo de Gandía
Pues yo la verdad que cuando se habla de política face 2 face no puedo evitar quedarme callado. Espero que la edad no me haga cambiar... ;)
ResponderEliminarUn saludo Enrique!
Tienes razón, amigo Little, la edad te hará cambiar, sabrás ver cuando por mucho que hables con alguien como el que tuve yo enfrente, no sirve de nada hacerlo. Cansancio, hartazgo ... no, solo administro mis energías.
EliminarUn abrazo, amigo