Es una lástima que el lapso entre ser demasiado joven y demasiado viejo sea tan breve y tengamos que decir: Qué temprano se nos hizo tarde.
05 mayo 2017
.
.
Hablaba esta mañana con, Juanjo, un excompañero de faenas inmobiliarias, de los que aún se puede hablar con él sin que te cuente que él la tiene mas grande o más gorda, y me contaba - después de que hemos puesto como tonteras a todo aquél que no sabe lo mucho y bueno que nosotros sabemos de ladrillos - lo arrepentido que estaba de haber hecho lo que parece ser el objetivo primordial de cualquier hombre que se precie de serlo, según él mismo me explicaba.
.
.
Se lió con una bella y jovencísima vendedora en el comienzo del Boom, allá por el verano del 2000, dejando mujer, familia y “vida social” en la maleta del olvido.
Ahora lleva tres años solo, con ojeras, pelo largo, más delgado que una aguja de coser y en plena crisis de valores morales y de economía, marchando como un fantasma intentando pegar sablazos a todo aquél que se le aproxime a menos de 50 metros.
Resulta, también, que a sus 69, le está entrando lo de los temblores en las manos. Vive solo en un apartamento de la Playa y como todos los que me cuentan esta historia tan repetida, les amarga no conocer a sus nietos, casi, pero no se cansan de decir, eso sí, en un gesto claramente defensivo y falso de toda falsedad, cual es: “¡¡ Vivo de PM, Enrique !!”.
Todo eso me lo contaba mi excompañero ladrillero mientras “esnifaba” un par de carajillos de anís, mostraba ojos acristalados y mirada hacia ninguna parte. Al final, me refiero a después de que cayeran los dos carajillos, le entró un temblor en sus manos, y en su voz, y acabó susurrándome: “Qué gilipollas he sido y fui, Enrique, nunca debiera haberme ido de casa”. Nos dimos un largo abrazo y noté sus ahogados y mal contenidos sollozos cerca de mi oído bueno, lo cual intentó disimular con un ... "Este resfriado cualquier día me mata, Enrique". Luego cada uno siguió a sus Misas, yo me quedé en el Ateneo y él ... él marchó hacia la puerta saludando a todo el mundo que le regalara la más mínima sonrisa, perdiéndose luego en el Paseo de La Playa en dirección a ninguna parte.
Volviendo a la vida y café en mano, nuestra amiga Antonia, esa guapa catalana que vive también por la Playa, enterada de mi conversación e intentando animarme con un ... "Enrique, arriba el ánimo, no sufras por Juanjo, es un hijo de mala madre, tiene lo que se merece"... y a continuación, desde su tableta - la cual maneja como el mismísimo nieto del Gates - me ha enviado este pps que ha hecho que me acordara de esta historia. Historia para no olvidar, es un grito al “Yo valgo mucho ...”.
me gustan tus historias de pasado de gente de antaño
ResponderEliminarme gusta como disfrutas tus letras y el énfasis que cada una cubre....
Nunca fui infiel
en los miles de meses y años casada.
No infiel ni siquiera con el pensamiento ....
Hoy adulta con mente de nena
te leo....sonrío
me río de nosotros
me rio y disfruto lo malo y lo bueno que le vida me nos va dando
Miles de besos poeta
Gracias "compañera" ... yo también me río, incñluso me parece mentira de saber hacerlo después de todo lo que vivimos.
EliminarUn abrazo amiga Mucha
Tengo un amigo que cuando le preguntan cómo está, contesta: De PUTA MADRE.
ResponderEliminarDice que eso ca mucha seguridad en que lo que dice es cierto.
Sí, amiga Tracy, eso es una señal de seguridad, lo mismo que dar la mano de forma contundente, con fuerza. Solo fachada que puede o no, coincidir con la forma de ser o el estado de ánimo del que se lo propone.
EliminarMe has emocionado con este vídeo y como siempre con las letras que anteceden. Son la mejor vitamina que puedo tomar para que me abra mis mañanas a veces algo desalentadoras y otras menos positivas, pero siempre llenas de esperanza...¿Por qué no recetan esto los galenos? Feliz sábado.
ResponderEliminarNo es que me alegre de que te hayas emocionado, amiga M. Paz, pero me lo tomaré como un halago por haber acertado con el mensaje.
EliminarFeliz lunes, amiga.