- Ayer escribía - aunque no sé muy bien donde lo hice - sobre la noble y loable, actitud de aquellos amigos que procuran, siempre, dar empujones de moral a cualquiera y, especialmente, cuando su estado etílico es, aún, incipiente y/o de baja intensidad. Si están sobrios, se agradece más, mucho más.
- Pero hoy, Juan - que, como novedad, no ha puesto verde a su mujer y a su manía, (la de ella), de hablarle, siempre, desde la habitación de al lado - cuando me ve llegar, quitándose las gafas, va y me suelta: "Enrique, yo creo que tu problema será de desubicación de las vísceras. Andarán perdidas en ese bombo, jajaja" - Y yo, por qué no voy a decirlo, pues me ha sentado fatal lo del bombo y cuando iba a contestarle al estilo "Montoro", no, pues no, no me ha dado tiempo porque Leonor, siempre atenta, va y apostilla; "No, Juan, el problema de Enrique, que es el mismo que el mío, es el de la decadencia de sus vísceras" y Antoine, desde la barra - (tomándose, extrañamente, un café) - con su especial acento del Languedoc, concluye con una sentencia mortífera:
"Siempre habláis de vosotros, si, vosotros, vosotros, vosotros, il vous remplit la bouche pour parler, toujours, de vous et de vous" ...- Esperé unos segundos, comprendí que la Loli le había dado calabazas esa noche, pero me acerqué a Juan, que se había colocado junto a Antoine y, sacando mi oculta e imaginaria chuleta les digo:
"No voy a dejar de hablaros sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo ... ni mucho menos de lo que me dicen"- Casi al unísono, ambos me dicen en tono jocoso: "Enrique, cada día nos gustas más por lo bien que te explicas" y yo, dejando pasar unos largos y dos coquetos segundos, les apostillo ...: "no eso no lo digo yo, eso casi al completo lo dijo Oscar Wilde".
- Un largo silencio y, al final un seco “hasta mañana”, deja las cosas en un stanby honesto mientras Leonor, puesta en pie y copa de Vichy en mano, suelta un ... "Olé tus cojones, niño".
- Hoy todos hemos aprendido algo. Antoine y su café en taza, han tenido la culpa.
- Me voy a por la fruta del día. Cuidaros y, ah, dientes, si, dientes, sonreidle al mundo, lo demás a nadie le interesa.
- Me voy a por la fruta del día. Cuidaros y, ah, dientes, si, dientes, sonreidle al mundo, lo demás a nadie le interesa.
¡Vaya! Creía que era yo sola la que hablaba conmigo misma. ¡Vaya encanto de tropa! Lo que daría por un "holaquetal" como dices tú a cada uno. Cada cual con su historia, con sus problemas, pero veo que todos a una y tú de moderador, que no es poco. Feliz víspera de San Juan y procurad divertiros lo más que podáis aunque eso creo que no hace falta decirlo se presupone.
ResponderEliminarAy, amiga, aquí a diferencia de mi Barceloneta natal que la queman esta noche, la Hoguera la queman el día de San Juan por la noche o sea, mañana. Hoy es viernes con su nuit que eso, por si solo ya es mucho para mi. Feliz verbena amiga del alma.
EliminarBueno ENrique, al final me has hecho enseñarte los dientes, no se como te arreglas pero tienes arte para hacer reír a la gente
ResponderEliminarUn abrazo
Jajajaja, ay, mi admirado amigo ... eres genial. Gracias por tu compañía Toni.
EliminarUn abrazo y bona verbena