18 octubre 2017 2015 - 2012
Curioso, junto a la oficina de Correos de Historiador Vicente Ramos, (03540), construyeron un nuevo supermercado ALDI. ¿Se habrán vuelto locos o es que conocen el mercado mejor que nadie? - pensé en 2012 – Hoy es todo un éxito. Me refugio en la oficina del BSA pues creo que tengo un bajón de tensión y les firmo nosequé, pues siempre hay algo que firmar aunque te duela hasta el lápiz. Me acerco a la alicantina Playa de La Almadraba y, como hacía tiempo que no pasaba por ahí, hasta me ha emocionado. Apenas aparco hay allí un Chiringuito que hacen un café helado para morirse aunque no haya mucha gente que lo comparta pues ir a la Playa, puede, pero gastar en algo, eso es “mucho difícil” como me dice un italiano de mi edad que ha venido a enrollarse con quien haga falta. Hago un par de regates y continúo…
Paso por debajo del Bar del Náutico, si, ese que regentaba de maravilla la niña mayor de nuestro querido y desaparecido Alfredo Ros. Subo unos peldaños y pregunto por tal y por cual: “No, ya hace tiempo que no viene ninguno de los dos. Estaban bastante mal, parece como si se hubieran puesto de acuerdo. Desde enero no les hemos visto por aquí.” …
Pienso que tener amistades de mi edad o más, tiene ciertos contratiempos. Sigo …
Niños por decenas practicando el aprendizaje del surf y niñas fefas llevando unos barquitos a vela hasta la cala de embarque. Nunca he conseguido saber que idioma utilizan, pues la mitad de lo que cuentan no se entiende, pero, eso si, van monísimas de la muerte. Niñas aparte, ése es un rincón precioso.
Mientras tanto la gente se baña, por todo gasto, en esas mansas aguas que hoy ofrece esa orilla. Paso el Náutico, llego a las rocas y me meto en Punta Alfín a ver mi futuro apoyado en la barandilla de madera en lugar y gesto del que tanto me gusta disfrutar. Ay aquellas arroçéts en el Alfin, si, cuando el Gordo era el tío mas feliz y eficaz de toda la ciudad y las cosas inmobiliarias parecían resolverse, tan solo, por el buen comportamiento, alguna comida y un apretón de manos. Esos arroçets eran mucho más, si, cuando podíamos hasta repetir sin daño alguno y, ah, las charlas de la postcomida, con el mar de fondo y las copas heladas volando por la mesa hasta el atardecer. ¿Cuantas cosas habíamos arreglado allí, verdad Enrique?, me dice un entusiasta del lugar y que, como yo, aún mantiene en la memoria una parte de esos tiempos que ya no volverán.
Luego atravieso la Playa de la Albufereta y me llego hasta el Parking de la Av. Villajoyosa donde hay una vista envidiable. Total 45 minutos. Luego el regreso y un nuevo disfrute, ahora con la cara al sol, si, ese que me da la vida.
Lo cierto y no me canso de repetirlo, cada día me maravillo más de lo sencillo que puede ser, tan solo, vivir. Casi me lo pierdo y es por eso que debo recuperar el tiempo perdido.
Si tenéis un ratito, haceros este paseíto y, aunque ya no se puede ir al Alfín, podéis haceros un arroçet en el Náutico.
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Buenos días. Hoy no hay paseo, al menos para mí. Caen chuzos de punta. Siempre todo de golpe. Esos paisajes hoy en tu vídeo y las amistades las esperaremos en la cervecita del mediodía. Buen miércoles.
ResponderEliminarBien hecho, amiga Paz, por aquí el cielo tontea, se deja querer ... estoy con él, convenciéndole.
EliminarFeliz aperitivo
Que maravilla de texto
ResponderEliminarMe voy a dormir
son las 4 de la mañana
Nos vemos
Es una hora estupenda para cualquier gesta, amiga Mucha ... descansa, mañana será un día feliz, seguro.
EliminarHola Enrique, lo explicas tan bien que me he visto haciendo el paseo yo también. Como no puedo ir hasta ahí, al mediodía cuando deje a mi nieta en el colegio, con mi cámara en ristre paseo por el puerto y paseo marítimo de mi ciudad para captar bonitas imágenes, hoy hay unas nubes en el horizonte que hará mas bonito el paseo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una idea excelente, Conchi, yo ya no puedo prodigarme en ello, por eso recurro a mis vídeos guardados en el baul-e.
EliminarUn abrazo